Anticiparse a los síntomas del COVID-19 es una tarea compleja. Más lo es controlar a distancia la tos, la fiebre y la actividad respiratoria.
Sin embargo, un dispositivo portátil creado por investigadores de la Universidad Northwestern y el Shirley Ryan AbilityLab de Chicago podría solucionarlo.
En paralelo, los expertos trabajan en el desarrollo de algoritmos de datos específicamente diseñados para detectar señales tempranas asociados la enfermedad, para así monitorear a los pacientes a medida que la enfermedad progresa, informó en un comunicado de prensa la institución educacional.
“Capaz de ser usado las 24 horas de los siete días de la semana, el dispositivo produce flujos continuos de datos y utiliza inteligencia artificial para descubrir síntomas sutiles, pero potencialmente vitales. Al llenar una brecha vital de datos, mide e interpreta continuamente la tos y la actividad respiratoria de formas imposibles con los sistemas de monitoreo tradicionales”, informó.
Los aparatos están siendo utilizados desde mediados de abril de 2020 por alrededor de 25 pacientes de COVID-19 y el personal sanitario que está a su cuidado. Gracia al experimento, se ha reunido más de un terabyte de datos a lo largo de cerca de 1,500 horas acumuladas de uso.
El dispositivo es suave, flexible, inalámbrico y delgado, y tiene un tamaño similar a una estampilla postal. Se ubica justo debajo de la muesca supraesternal, que es el hueco visible en la base de la garganta.
“Desde esa ubicación, monitorea la intensidad de la tos y los patrones, los movimientos de la pared torácica (que indican respiración dificultosa o irregular), los sonidos respiratorios, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, incluida la fiebre. A partir de ahí, transmite datos de forma inalámbrica a una nube, donde los algoritmos automatizados producen resúmenes gráficos personalizados para facilitar el monitoreo rápido y remoto”, explicó la nota de prensa.
John A. Rogers, experto de la Universidad Northwestern que dirigió el desarrollo de la tecnología, recordó que los estudios más recientes publicados en el Journal of the American Medical Association sugieren que los primeros signos de una infección son fiebre, tos y dificultad para respirar.
“Nuestro dispositivo se encuentra en la ubicación perfecta del cuerpo para medir la frecuencia respiratoria, los sonidos y la actividad porque allí es donde se produce el flujo de aire cerca de la superficie de la piel», dijo.
Rogers añadió que se han elaborado dispositivos personalizados, algoritmos de datos, interfaces de usuario y sistemas de datos basados en la nube en respuesta directa a las necesidades específicas que presentan los trabajadores que están en la primera línea de la atención médica.
“Estamos totalmente comprometidos a aportar nuestra experiencia en ingeniería bioelectrónica para ayudar a abordar la pandemia, utilizando tecnologías que podemos implementar ahora, para su uso inmediato en pacientes reales y otras personas afectadas. Las capacidades de medición son exclusivas de esta plataforma de dispositivo: no se pueden lograr utilizando relojes tradicionales o dispositivos de estilo de anillo que se montan en la muñeca o el dedo», recalcó.
El científico Arun Jayaraman, quien lidera el equipo de Shirley Ryan AbilityLab, aseguró que “los algoritmos avanzados que estamos desarrollando extraerán signos y síntomas incluso antes de que los individuos puedan percibirlos».
«Estos sensores tienen el potencial de desbloquear información que protegerá tanto a los trabajadores médicos como a los pacientes, informando las intervenciones de manera oportuna para reducir el riesgo de transmisión y aumentar la probabilidad de mejores resultados», sostuvo.