Es inevitable que tu pantalla acumule polvo, mugre y huellas de los dedos con el paso del tiempo. Pero más allá de todo esto, mantener la pantalla limpia es importante por varias razones que te explicamos a continuación: una pantalla sucia afectará el contraste y el brillo de tu monitor, lo que contribuirá a que aparezca la temida fatiga visual, ya que te obligará a comenzar a entrecerrar los ojos para ver la pantalla con más nitidez. Aunque la suciedad no causará daños graves o a largo plazo a la pantalla de la computadora, puede perjudicar notablemente la experiencia de usuario frente al monitor. Por otro lado, una pantalla sucia tampoco parece exactamente profesional y puedes dar una imagen muy pobre, sobre todo si estás trabajando con clientes o en una reunión. Te contamos paso a paso y con todo lujo de detalle cómo limpiar la pantalla de la computadora.
Sigue los pasos que te detallamos a continuación y lograrás mantener limpia tu pantalla sin dañarla en el intento (sí, limpiarla de forma inadecuada puede tener consecuencias fatales).
Algunas advertencias previas
Si bien puede resultar tentador alcanzar una botella de Windex o algún otro producto de limpieza general de superficies pero ¡no lo hagas! Los productos con componentes químicos fuertes pueden estar bien para limpiar ventanas o encimeras, pero pueden causar estragos en los monitores de la computadora y desgastar los revestimientos de protección. Hay muchos líquidos de limpieza en el mercado orientados específicamente a los monitores de computadora, y aunque estos productos ciertamente funcionan, no es necesario gastar este dinero en ellos si no lo deseas; el agua destilada debería ser suficiente para la mayoría de los componentes del monitor, y puedes incluso mezclar un poco de vinagre blanco para librarte de una suciedad todavía más pertinaz.
Además, debes evitar toallas de papel, trapos, camisetas viejas u otros de los materiales habituales que usas para limpiar las superficies de tu hogar. Los monitores son más delicados de lo que parecen, y estas telas, incluso las toallas de papel, son lo suficientemente abrasivas como para rayar la pantalla, especialmente si las has utilizado para limpiar otras superficies donde se podría haber acumulado arena. Un paño de microfibra, del tipo que puedes usar para limpiar tus gafas o discos de vinilo es la opción más segura, pero, eso sí, asegúrate de que esté libre de suciedad o mugre antes de pasarlo por la pantalla.
Paso 1: apaga la pantalla
En primer lugar, es más fácil ver manchas y otros elementos en una pantalla negra, por lo que apagar el monitor hace que sea más fácil ver lo que estás haciendo y cómo estás limpiando. Hacerlo de esta manera es también es más seguro para ti y tu computadora, ya que limpiar el monitor mientras está encendido y todos los píxeles activados podría dañar la pantalla o potencialmente provocarte una sacudida eléctrica desagradable. Así que mejor, apágalo.
Paso 2: limpia la pantalla con un paño
Si el polvo es lo único que ensucia tu pantalla, una limpieza rápida debería ser suficiente para acabar con él y dejarla reluciente. Toma un paño de microfibra y frota suavemente la pantalla con movimientos largos. No podemos enfatizar lo suficiente que debeas ser extremadamente cuidadoso ya que presionar demasiado la pantalla podría dañar los píxeles internos.
Si la suciedad es más resistente que el polvo, en este caso sí te recomendamos que emplees algún tipo de líquido seguro específico para este tipo de productos. Puedes usar un líquido de limpieza suave diseñado para monitores, pero como se mencionó anteriormente, el agua debería ser suficiente. Es mejor usar agua filtrada o destilada, ya que el agua del grifo puede contener minerales u otras sustancias que pueden dañar la pantalla o dejar rayas que te amargarán el día. Añade un poco de vinagre blanco al agua si la mugre se resiste.
Independientemente del líquido que utilices, no lo rocíes directamente sobre el monitor, ya que puede gotear hasta el borde de la pantalla. Si esto sucede, podría filtrarse en el monitor y dañar los componentes electrónicos que contiene. Rocía o aplique un poco de líquido sobre el paño, escurriendo el exceso de líquido y limpia suavemente el monitor con movimientos amplios.
Paso 3: déjalo secar
Seca suavemente el monitor con un paño de microfibra o deja que se seque él solo poco a poco. Para evitar cualquier daño eléctrico o de humedad, asegúrate de que tu pantalla esté completamente seca antes de volver a encender la computadora.