Al igual que la mayoría de los fabricantes de vehículos y gigantes tecnológicos, Walmart cree que la tecnología autónoma puede significarle ahorrar montañas de dinero. Pero la compañía no solo está interesada en trasladar gente entre dos puntos, sino que quiere utilizar camiones y furgonetas robotizados para mover mercancías por Estados Unidos y, en última instancia, reducir a la mitad sus costos de envío. La aspiración es traspasar el ahorro a los consumidores, lo cual se convertiría en un verdadero dolor de cabeza para Amazon.
Los minoristas estadounidenses ya han comenzado a experimentar con tecnología autónoma. Los prototipos conducidos por inteligencia artificial con la etiqueta de Nuro están entregando comestibles de una de las tiendas que Kroger tiene en Scottsdale, Arizona, y los mismos transbordadores comenzarán a finales de 2019 a repartir las pizzas de las sucursales de Domino’s en Houston.
Walmart está adoptando un enfoque todavía más amplio: en lugar de usar solo carros autónomos para entregas de última milla, también quiere implementarlos para conectar los locales y bodegas que operan en todo el país. En términos técnicos, sería la parte intermedia de la cadena de suministro.
«Esta área tiene el menor número de obstáculos y el retorno más seguro sobre el capital invertido en el corto plazo. Si estás buscando comenzar un negocio donde pueda generar ingresos, debe ser ese, porque tiene menos barreras que el rubro de los taxis», sentenció a Automotive News el analista Mike Ramsey, de la consultora Gartner Inc.
La tecnología requerida para las entregas autónomas de mediana distancia es similar a la necesaria para el reparto de última milla. En ambos casos, el automóvil, la camioneta o el transbordador debe escanear sus alrededores e identificar correctamente los obstáculos, señalética y otros usuarios de la carretera para transitar de manera segura sin la intervención de humanos. Hacerlo bien presenta diferentes desafíos.
Las entregas de mediana distancia generalmente implican conducir a velocidades constantes durante varias horas y a través de un paisaje bastante monótono. A menudo, conducir por una vía interestatal es más sencillo que hacerlo por un centro urbano abarrotado, porque es más predecible. Esos son los escenarios por los cuales transitan los vehículos de Walmart, que –por lo demás- casi siempre toman la misma ruta.
Convertirse de manera espontánea en un fabricante de automóviles es más fácil decirlo que hacerlo. Si no lo crees, solo basta recordar la experiencia de Apple. Walmart está adquiriendo tecnología de Gatik, una compañía que operó en el anonimato hasta junio de 2019. La firma con sede en California se reveló al mundo al anunciar una inversión de $4.5 millones de dólares liderada por Innovation Endeavors, un fondo de capital de riesgo creada por el ex-CEO de Google Eric Schmidt. Dado que la operación está aún en su etapa embrionaria, habrá que esperar para los próximos meses detalles adicionales sobre la asociación de Gatik con sus nuevos socios minoristas.
Gautam Narang, la máxima autoridad de Gatik, afirmó que los recorridos intermedios representan “la parte más cara de toda la cadena de suministro”, por lo que cualquier avance en automatización significaría ponerle fin a “una gran brecha”.
En el corto plazo, Walmart no planea reemplazar a los choferes humanos con robots. Automotive News informó que el aumento meteórico en las compras en línea ayudó a cubrir parte de los 60,000 puestos vacantes para conductores de larga distancia en Estados Unidos.
Los consumidores jamás sabrán si fue un conductor profesional o un robot quien condujo el camión que llevó el helado de vainilla a su Walmart más cercano. La mayor diferencia será que, con suerte, pagarán menos por el postre y también podrían ahorrar algo de dinero si piden la entrega en la puerta de la casa.