El fabricante Fiat Chrysler Automobiles (FCA) retirará 862,520 vehículos a gasolina en Estados Unidos porque no cumplen con los estándares de emisiones, anunció la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
La medida, que afecta a unidades correspondientes al lapso comprendido entre 2011 y 2016, es el resultado de «investigaciones de emisiones en uso realizadas por la EPA y pruebas en uso realizadas por FCA según lo exigen las regulaciones de la EPA», dijo la agencia en un comunicado.
Los modelos afectados incluyen Dodge Journey (2011-2016), Chrysler 200 (2011-2014), Dodge Avenger (2011-2014), Dodge Caliber (2011-2012), Jeep Compass y Jeep Patriot (ambos del período 2011-2016).
De todos modos, la entidad estatal dijo a Reuters que continuará investigando otros vehículos de la FCA, lo que podría llevar a retiros adicionales.
Los propietarios pueden continuar conduciendo sus vehículos, pero es posible que quienes viven en áreas con inspecciones obligatorias regulares deban realizar una manutención antes de ir a este tipo de revisiones.
De acuerdo al organismo ambiental, FCA debe notificar a los propietarios para indicarles cuándo deben llevar sus vehículos a un concesionario a realizar las modificaciones necesarias para que cumplan con las emisiones.
Debido a la gran cantidad de vehículos involucrados y la necesidad de asegurar piezas, específicamente convertidores catalíticos, el retiro se implementará en fases durante 2019, comenzando con los vehículos más antiguos.
Esta es la segunda cuestión importante reciente relacionada con las emisiones de FCA. En enero, el fabricante de automóviles acordó pagar $800 millones de dólares para resolver reclamos del Departamento de Justicia de Estados Unidos y del Estado de California, por el supuesto uso de software ilegal para engañar en las pruebas de emisiones en vehículos diesel. Una investigación criminal sobre las acusaciones está en curso.
Mirada crítica
Los fabricantes de automóviles han estado bajo un mayor escrutinio con respecto a las emisiones desde que Volkswagen admitió en septiembre de 2015 que usó software ilegal en sus autos provistos de motores diésel para engañar en las pruebas de emisiones.
Como parte de un acuerdo, VW finalmente acordó comprar muchos autos que no cumplen con los requisitos y modificar otros para cumplir con los estándares de emisiones, así como pagar multas penales e invertir en infraestructura de vehículos con cero emisiones.
La revelación del engaño de las emisiones de Volkswagen tuvo un efecto dominó en todo el mundo, ya que las agencias gubernamentales y los grupos ecologistas hoy miran con más ahínco las emisiones en todo el abanico de fabricantes de automóviles.
Todo lo anterior también ha impulsado esfuerzos para garantizar que las pruebas de laboratorio utilizadas para confirmar el cumplimiento de las normas de emisiones reflejen con mayor precisión las condiciones del mundo real, así como las solicitudes de más ensayos de este último tipo.