El motor V8 de Ferrari da al Levante el poder que necesita para ingresar al club de los mejores en el segmento.
Lo Bueno
- Diseño atractivo
- Motor V8 turbo cargado
- Lleno de tecnología
Lo malo
- Interior simple
Puntaje
7/10
Para un fabricante que busca sobresalir en el ya abarrotado segmento de las SUV de alto desempeño, como Porsche Cayenne, Range Rover Sport y BMW X6 M, hay pocas frases más efectivas para captar la atención de un comprador que la de un «motor de origen Ferrari«.
Pisándole los talones a los modelos Levante y Levante S con motor V6 que debutaron en 2017, aparece la nueva Levante GTS de Maserati, que se ubica entre los modelos de seis cilindros y el Levante Trofeo, que pertenece a la gama superior.
La GTS es impulsada por un V8 biturbo de 3.8 litros, al igual que deportivos de Ferrari como el Portofino y el 488 GTB. Aunque pertenece a una serie intermedia, genera 550 caballos de fuerza y derrocha características tecnológicas, lujo y un llamativo diseño, desde $119,980 dólares.
De su aspecto, resaltan sus grandes tomas de aire y la rejilla frontal, con elegantes líneas de caracteres y un prominente tridente que hace que su identidad sea conocida en términos inequívocos.
El sistema de suspensión adaptativa Sport Skyhook se ajustó para permitir seis niveles de altura, al tiempo que ofrece más de tres pulgadas de recorrido total. En su entorno más deportivo, la silueta de Levante es más elegante, más parecida a un carro y menos desgarbada en general que sus hermanos con motor V6.
Los rines de 20 pulgadas son estándar en el GTS, pero los rines opcionales de 21 agregan un poco de dramatismo visual y ayudan a resaltar la gran potencia de frenado proporcionada por los cálipers de seis pistones y sus discos de 15 y 13 pulgadas.
Una vez dentro, las grandes palancas de cambio montadas en el volante y el cuero opcional Pieno Fiore aportan refinamiento, aunque hay varios elementos que nos remontan al Jeep Grand Cherokee y otros modelos Dodge. Pero el pragmatismo de Maserati también tiene sus virtudes: hay una gran capacidad de elementos de ajuste para los ocupantes de todas las formas y tamaños, hecho que la transforma en una máquina rápida que también es sorprendentemente cómoda.
Las grandes palancas de cambio montadas en el volante y el cuero opcional Pieno Fiore aportan refinamiento.
El espacio para la cabeza y las piernas es amplio para los pasajeros adelante, mientras que los ocupantes más altos encontrarán que los asientos traseros están más apretados debido en parte a la inclinación del techo. Esa forma deportiva también reduce el volumen de carga y da como resultado un poco menos espacio que algunos de sus rivales, pero 21 pies cúbicos (595 litros) con los asientos traseros arriba y 57 (1,614) con la fila trasera plegada son más que suficientes.
Maserati también tomó prestadas de otras variedades de la familia FCA varias de sus características tecnológicas, como el sistema de infoentretenimiento y pantalla táctil Uconnect de 8.4 pulgadas, que ofrece una operación rápida, rica en funciones y sin complicaciones.
La unidad de prueba estaba equipada con un sistema de audio Bowers y Wilkins opcional (las 14 bocinas Harman Kardon son de serie), así como el paquete de Asistencia al Conductor, el último de los cuales proporciona lo que Maserati califica como tecnología de conducción autónoma de nivel dos. Lo punto más alto es el Highway Assist, que combina las características de asistencia de mantenimiento de carril y control de crucero adaptable para mantener el vehículo centrado en su carril mientras se ajusta automáticamente a los cambios en el flujo del tráfico.
La estrella del espectáculo es, sin duda, su V8 con doble turbocompresor.
Si bien la suspensión deportiva y los frenos reforzados ayudan a elevar la destreza deportiva de la Levante GTS, la estrella del espectáculo es, sin duda, su V8 con doble turbocompresor. Si bien la planta de energía realmente proviene de la fábrica de motores de Ferrari, está equipada con un cigüeñal “flat-plane”. Ese cambio altera, a su vez el orden de encendido del motor, y el resultado es que el vehículo suena más que como algo salido de Detroit en lugar de Maranello.
Con alrededor de 4,800 libras (2,177 kilos), el Levante GTS no es exactamente esbelto, pero abordó la retorcida pista de Angeles Forest con admirablemente tenacidad. Activar el modo Sport desde un botón en la consola central reduce la suspensión, afloja las asistencias electrónicas y alienta a la caja de cambios automática de ocho velocidades a utilizar velocidades más bajas y urgentes.
Al cambiar el modo de conducción, los amortiguadores regresan a sus estados predeterminados y el Levante se estabiliza, despachando el pavimento en bruto con poco esfuerzo, a la vez que aísla a sus ocupantes del ruido exterior. Es ese sentido del equilibrio lo que hace que la Levante GTS se sienta como una SUV de alto desempeño pero sin inconvenientes para el uso cotidiano.
Maserati proporciona a cada automóvil nuevo una garantía transferible de cuatro años o 50,000 millas (80,000 km). La marca también ofrece asistencia en carretera en todos sus vehículos vendidos en Estados Unidos y Canadá.
El paquete opcional de asistencia al conductor incluye una serie de características de seguridad activa, como alerta de punto ciego, advertencia de colisión frontal y asistencia de frenado avanzada, que aplica un frenado adicional si detecta que el conductor no ha presionado lo suficiente el pedal para evitar una colisión.
Aunque no sin sus defectos, la Maserati Levante GTS es una digna competidora en el segmento de las SUV de alto rendimiento. Los compradores que buscan más velocidad en línea recta y una locura total pueden optar por su primo corporativo, el Jeep Grand Cherokee Trackhawk de 707 caballos de fuerza, mientras que aquellos más interesados en el refinamiento alemán pueden encontrar un corcel más adecuado en las gamas BMW M o Mercedes AMG.