Mientras Volkswagen continúa navegando en aguas turbulentas por el escándalo “Dieselgate”, Porsche —una de las marcas hermanas en el grupo VW— anunció que comenzará a producir en serie el Mission E, el auto eléctrico concept que presentó en el Motor Show de Frankfurt en 2015.
El anuncio llega en un momento difícil para la compañía, pero de manera oportuna. Mientras que VW enfrenta investigaciones y juicios en diferentes partes del mundo, y el escándalo de los motores diésel se expande y mancha al Porsche Cayenne, el lanzamiento del Mission E, un sedán totalmente eléctrico y por lo tanto ecológico, es una noticia que compensa parcialmente la mala imagen medio ambiental que VW hoy transmite —debido al escándalo del software fraudulento que “mentía” sobre las emisiones de CO2.
Relacionado: Bentley fabricará un auto eléctrico con 500 HP y 320 km/h de velocidad
Porsche dice que introducirá su primer auto eléctrico al final de la década. Invertirá €700 millones (alrededor de $764 millones de dólares) en el proyecto, el cual creará alrededor de 1000 nuevos puestos de trabajo. Algunos de ellos son el resultado de la nueva planta de montaje y pintura que se construirá exclusivamente para el auto eléctrico, otros, gracias a la expansión de la planta de motores para producir los motores eléctricos.
Relacionado: BMW y Karma Automotive firman acuerdo para construir un nuevo auto eléctrico
No está claro cómo será la transición del concept Mission E al auto de producción en serie. El concept genera 600 caballos de fuerza que le permiten ir de 0 a 100 km/h en menos de 3.5 segundos (les recuerdo que estamos hablando de un auto eléctrico). Está equipado con un cargador de 800 volts que es capaz de recargarse al 80% en solo 15 minutos cuando se conecta a una estación de corriente continua de carga rápida. El Mission E también puede cargarse de manera inalámbrica, gracias a la tecnología de carga inductiva (como lo hace un teléfono celular en un Power Mat). ¿Qué cambios sufrirá el auto de producción en serie vs el concept? No se sabe. Aunque, probablemente, el sistema de carga inalámbrica sea uno de los primeros sacrificados en el proceso.
En los últimos años, Porsche se había concentrado en el desarrollo de autos híbridos a la hora de elegir proyectos que promuevan el uso de energías renovables, argumentando que sus clientes no tolerarían la escasa autonomía que significa un auto completamente eléctrico. Sin embargo, los rumores de un Porsche eléctrico nunca desaparecieron y, finalmente, se confirmaron con la presentación del Mission E. Con la reputación medio-ambiental de Volkswagen muy golpeada por el “Dieselgate”, Porsche tiene más urgencia que nunca en aceptar y desarrollar el proyecto de un auto eléctrico.