Un revolucionario proceso está creando el MIT para ayudar al tratamiento contra la obesidad, se trata de una cápsula vibratoria que al ingerirse se mueve en el estómago, generando una sensación de saciedad, como cuando el cuerpo se encuentra lleno de líquido.
En los animales a los que se les administró esta píldora 20 minutos antes de comer, los investigadores encontraron que este tratamiento no solo estimulaba la liberación de hormonas que señalan la saciedad, sino que también reducía la ingesta de alimentos de los animales en aproximadamente un 40 por ciento.
«Para alguien que quiera perder peso o controlar su apetito, podría tomarlo antes de cada comida», dice Shriya Srinivasan PhD ’20, ex estudiante de posgrado del MIT y postdoctorado que ahora es profesor asistente de bioingeniería en la Universidad de Harvard, autor del estudio. «Esto podría ser realmente interesante en el sentido de que proporcionaría una opción que podría minimizar los efectos secundarios que vemos con los otros tratamientos farmacológicos que existen».
¿En qué se basa el funcionamiento de la píldora?
Cuando el estómago se distiende, las células especializadas llamadas mecanorreceptores detectan ese estiramiento y envían señales al cerebro a través del nervio vago. Como resultado, el cerebro estimula la producción de insulina, así como de hormonas como el péptido C, el Pyy y el GLP-1. Todas estas hormonas trabajan juntas para ayudar a las personas a digerir sus alimentos, sentirse llenas y dejar de comer. Al mismo tiempo, los niveles de grelina, una hormona que promueve el hambre, disminuyen.
«Me pregunté si podríamos activar los receptores de estiramiento en el estómago haciéndolos vibrar y haciendo que percibieran que todo el estómago se ha expandido, para crear una sensación ilusoria de distensión que podría modular las hormonas y los patrones de alimentación», dice Srinivasan.
Para este estudio, Srinivasan, Traverso y un equipo de investigadores diseñaron una cápsula del tamaño de un multivitamínico, que incluye un elemento vibratorio. Cuando la píldora, que funciona con una pequeña batería de óxido de plata, llega al estómago, los fluidos gástricos ácidos disuelven una membrana gelatinosa que recubre la cápsula, completando el circuito electrónico que activa el motor vibratorio.
La versión actual de la píldora está diseñada para vibrar durante unos 30 minutos después de llegar al estómago, pero los investigadores planean explorar la posibilidad de adaptarla para que permanezca en el estómago durante períodos de tiempo más largos, donde podría encenderse y apagarse de forma inalámbrica según sea necesario.