Cada cierto tiempo nos llegan noticias sobre nuevos “conceptos” de vehículos voladores, modelos diseñados en su mayoría por los mismos fabricantes de automóviles que bien conocemos y que pretenden mostrarnos un futuro que prometen cercano… aunque ese futuro se nos lleva prometiendo ya durante décadas, y nunca llega.
El último ha sido este modelo de Subaru, el fabricante japonés triunfa en los EE.UU. especialmente con sus modelos Crosstrek y Outback, el cual ha presentado este híbrido entre coche, lancha y dron en el Japan Mobility Show del pasado mes de octubre, modelo diseñado –según han dicho– para ayudar a sus ocupantes a evitar los insufribles atascos de tráfico. Todo un detalle de su parte.
Como se puede ver en las imágenes, presenta lo que parecen ser faros a ambos lados de una insignia de Subaru. Las luces traseras adornan la parte trasera, con la palabra “Subaru” en letras naranjas en el medio. Hay una cabina, aunque no sabemos cuántos asientos hay allí dentro. Por supuesto, Subaru no ha dicho prácticamente nada sobre otros aspectos del diseño, menos aún su precio y posible fecha de lanzamiento del vehículo. ¡Qué va! ¡Es un concepto! ¡Una más!
Vale, pero ¿cuándo volamos?
No muchos años atrás, muchos creíamos que que la era de los vehículos voladores llegaría más bien pronto, pero poco a poco nos hemos ido percatando de que ese futuro está más lejos de lo que pensábamos. La edad y la práctica nos han hecho escépticos, y los modelos voladores que hemos visto… Pues bueno: vuelan, sí, pero están aún lejos de que esperábamos.
Hay dudas, cuando no escepticismo.
A pesar del desarrollo tecnológico que hemos visto en los drones de las últimas décadas, prácticamente nadie hoy en día se atreve a extrapolar lo que son los drones hoy a lo que serían los vehículos voladores que transporten pasajeros. Hemos visto personas montadas en armatostes ruidosos e inestables, ninguno de los cuales brinda, hasta el momento, mucha seguridad. Visto lo visto, eso de ir un día por la calle o carretera, ver un atasco, pulsar un botón y salir volando por los aires, libres y hacia nuestro destino, sigue siendo ciencia ficción. Y no de la buena.
Mientras más fabricantes de automóviles están investigando el concepto de autos voladores, muchos se preguntan si realmente podrían volar y conducir uno de estos vehículos. ¿Quién podría hacerlo? ¿Cualquiera de nosotros? ¿Pilotos profesionales? Quizá lo más lógico sería un desarrollo paralelo de tecnología de conducción-pilotaje autónomo, y dejar (y confiar) que la computadora haga lo suyo y nos lleve por los aires, sanos y a salvo.
Pero claro, esta tecnología ni siquiera está 100% asentada en los autos que aún van por las calles. Para los eventuales vehículos voladores, pues mucho menos.
Los optimistas nos recuerdan que también existe la posibilidad de que podamos evitar el tráfico surcando los cielos antes de lo que imaginamos, ya que varias empresas están desarrollando taxis aéreos y existen planes para introducirlos en varias ciudades grandes. Como no pueden aterrizar en cualquier lugar, los taxis aéreos probablemente transportarán pasajeros entre dos puntos establecidos en una ciudad: entre el aeropuerto y un edificio específico en la ciudad, por ejemplo.
Y claro: los menos optimistas nos dicen que ese servicio, en ciudades como Nueva York, ya existe hace años, y lo hacen mediante helicópteros, vehículos voladores de seguridad contrastada que llevan décadas entre nosotros. Y es verdad.
Lo que sucede es que nuestra idea de vehículos voladores tiene mucho que ver con Los Supersónicos, o con el DeLorean de Volver al Futuro. Pero claro: ese es nuestro problema, como todo aquello en lo que ponemos nuestras propias expectativas. Aún así, la aprobación regulatoria de estos taxis aéreos ya existe en varias ciudades, la FAA estadounidense ha dado ya el visto bueno a algunos diseños y grandes empresas como United Airlines. Quizá ese día tarde, pero finalmente llegue.