No importa que tengas experiencia con otros títulos de FromSoftware (como la serie de Dark Souls, Demon’s Souls, o Bloodborne); aquí encontrarás mucho que aprender, ya que pese a su parecido, las diferencias son suficientes para desconcertar hasta a los gamers más experimentados. Si deseas sobrevivir, necesitarás algo de ayuda. Es por eso que hemos creado esta guía Sekiro: Shadows Die Twice para principiantes.
Te va a interesar:
Guía Sekiro: Shadows Die Twice
Combate
Asesinatos sigilosos y escape
En Sekiro existen dos maneras principales de asesinar o de lanzar un poderoso ataque sorpresa con un golpe mortal shinobi a tus enemigos, y ambos causan los mismos daños. El primero es escabullirse detrás de alguien (agáchate haciendo clic con la palanca izquierda y fija a tu enemigo haciendo clic con la derecha) y darle al botón de ataque cuando aparezca un círculo rojo. Si es un enemigo estándar con una sola barra de salud, morirá instantáneamente. Si es un enemigo con más de una barra de salud, esto eliminará la primera.
También puedes realizar un ataque sigiloso saltando desde arriba. Fija a un enemigo distraído debajo de tu posición y salta de manera que caigas sobre él. Cuando aparezca el círculo rojo, dale al botón de ataque y le enterrarás tu espada.
Si acostumbras matar a un enemigo tras otro con ataques sigilosos como en Splinter Cell o en Metal Gear Solid, en Sekiro estarás en problemas, pues matar a un enemigo con un ataque sigiloso casi siempre alertará a los que se encuentren cerca.
Además, aquel al que estás atacando debe ignorar tu ubicación exacta. Si tienen un triángulo rojo sobre la cabeza o si te están atacando directamente, el ataque no funcionará, al menos en las primeras etapas del juego. Sin embargo, un triángulo amarillo es señal de que te están buscando pero no saben dónde estás, así que pued es escabullirte por detrás para matarlos.
La estrategia de atacar y salir huyendo puede ser viable en Sekiro: Shadows Die Twice, siempre que tengas forma de escapar. Lánzate o escabúllete para matar un enemigo; luego busca sobre ti un lugar de donde asirte. Si hay algo disponible verás un círculo verde y podrás mantener presionado el gatillo izquierdo para escapar del peligro. Luego espera a que los enemigos se olviden de ti y repite el proceso.
Combate con espadas
Cuando un enemigo te detecta el caos se desata; es ahí cuando el combate con espadas entra en juego. Esto no es como Dark Souls, en el que simplemente bloqueas antes de infligir daños a tus enemigos. Aquí debes usar una combinación de ataques, evasiones y bloqueos para agotar la postura de tu enemigo. Después puedes conectarle un golpe mortal shinobi que en términos de daños es idéntico al ataque sigiloso asesino.
Esto significa que no debes bajar tu nivel de agresividad, pues la postura se recarga con el tiempo, y sin afectar la postura de un enemigo tardarás demasiado en mermar su salud.
La mejor manera de permanecer a la ofensiva es desviar los ataques de tu oponente. En lugar de sostener el botón de bloquear, presiónalo justo en el momento en que vayas a recibir el ataque y derribarás su arma. Esto dañará su postura y te dará un segundo para conectar uno o dos golpes. Una táctica que nos gusta es usar el botón de desviar continuamente para eliminar rápidamente la postura del contrincante. Este método no es 100 por ciento infalible, pero puede ser sumamente efectivo. Pronto llegará el momento en que no tendrás que hacer esto, pues cuando te familiarices con los patrones de ataque de tu enemigo sabrás instintivamente cuándo presionarlo.
Igual que en los juegos de Dark Souls, cuentas con un ítem de salud llamado “calabaza curativa” que se restablece cada vez que descansas en las áreas denominadas Ídolo del Escultor. Su número de cargas es limitado, pero se puede incrementar usando semillas de calabaza, que se encuentran con ciertos enemigos y alrededor del mundo. Es necesario usar la calabaza curativa aunque no estés cerca de la muerte, pues tu salud está vinculada con la velocidad a la que tu postura se recarga. Si combates con la salud a la mitad, las cosas serán más difíciles para ti.
Prótesis de shinobi
Lo más importante en la fórmula de FromSoftware en Sekiro: Shadows Die Twice es la prótesis de shinobi, un brazo que recibe el Lobo después del prólogo. Puede usarse con una variedad de accesorios que se activan con el gatillo derecho durante el combate. Algunos accesorios disponibles son un conducto llameante, una lanza cargada y un shuriken cargado. Cada uno tiene sus propios beneficios y todos están vinculados con los emblemas espirituales, que se pueden encontrar en diferentes lugares y con enemigos, o también pueden ser adquiridos en un Ídolo del Escultor.
Si tienes problemas con un tipo específico de enemigo, hay una buena posibilidad de que alguno de estos accesorios te sirva. Los enemigos con escudos, por ejemplo, son susceptibles al hacha, mientras que el fuego puede resultar útil para infligir daños y agotar posturas. Puedes ponerte creativo con los accesorios, e incluso puedes cambiar los que estés usando durante el combate, oprimiendo el botón con el triángulo o la letra Y.
Encontrarás accesorios adicionales a lo largo de tu aventura; con frecuencia están dentro de cofres. No obstante, no los puedes usar sin primero dirigirte al Templo Desolado que visitaste al principio de tu aventura. Ahí el Escultor tomará tu nuevo accesorio y se lo colocará a tu prótesis.
Si eres capaz de derrotar a Genichiro, puedes enfrentarte a cualquier jefe
Cuando hayas avanzado alrededor de un 20 por ciento te encontrarás con Genichiro Ashina, un enemigo que es considerado el más duro del juego. Es despiadado, veloz y no parece ofrecer muchos espacios para atacarlo. Ya que es tan difícil, muchos jugadores suelen parar antes de derrotarlo. La buena noticia es que si logras vencerlo, tendrás las habilidades necesarias para vencer a cualquier jefe.
Si tienes problemas, intenta bloquearlo y enfocarte en su postura, no en su salud. Guarda tus ítems de salud para la etapa final, porque ahí es donde las cosas se ponen estresantes. También es buena idea sacar la prótesis de hacha para infligir el mayor daño posible a la salud y postura. Cuando llegues a la etapa final, en la que Genichiro salta y te dispara rayos, asegúrate de devolverle el rayo para dejarlo vulnerable a tus ataques. Ataca con paciencia y tómate tu tiempo con este jefe. Después de derrotarlo, podrás celebrar sabiendo que acabas de vencer al enemigo más difícil del juego.
Muerte
Veamos. “Shadows Die Twice” significa que las sombras mueren dos veces, ¿pero qué quieren decir con eso? Te lo explicamos: gracias a una fuerza sobrenatural, en este juego puedes revivir si caes durante el combate. Al morir, simplemente oprime el botón R1 o RB para resucitar con alrededor de la mitad de tu salud y podrás seguir luchando. Si te vuelven a matar, regresarás al último Ídolo del Escultor que hayas visitado y obtendrás otra resurrección para la próxima vez.
Al morir también perderás la mitad del progreso que lleves hacia el siguiente punto de habilidad, además de la mitad de tu dinero (sen). De vez en cuando recibirás “ayuda invisible” y no perderás nada al morir, pero la posibilidad de que esto ocurra disminuye cada vez que mueres.
De hecho existen maneras de revivir más de una vez. Si les das golpes mortales shinobi a enemigos poderosos, poco a poco verás un segundo ícono de resucitación llenarse sobre tu barra de salud. Cuando esté lleno podrás revivir de nuevo.
Pero ten cuidado; aún hay un tiempo de recuperación obligatorio entre una resucitación y otra, y cuando utilices la segunda, desaparecerá hasta que hayas vuelto a dar suficientes golpes mortales shinobi o utilizado una figurita jizo envuelta. Sin embargo, este ítem es muy poco común, así que solo úsalo cuando estés completamente seguro de que no volverás a morir.
Exploración
Igual que en otros juegos de FromSoftware, en Sekiro: Shadows Die Twice hay muchísimos secretos ocultos. Si en algún área ves dos caminos que puedes tomar y ya decidiste que uno es el “correcto”, toma el otro primero. Siempre habrá algo que hacer o que encontrar.
Pero no solo mires a la izquierda y a la derecha; también mira hacia arriba y hacia abajo. Además, si saltas y vuelves a oprimir el botón de saltar por segunda vez en una superficie plana, saltarás aún más alto. Puedes agarrarte de una cornisa o aferrarte a una pared, con lo que llegarás a áreas aparentemente fuera de tu alcance, y puedes usar tu gancho de agarre para elevarte por encima de los edificios o a las profundidades de los cañones para descubrir cavernas ocultas.
Mientras exploras, probablemente encuentres más Ídolos del Escultor para descansar, pero también debes buscar puertas cerradas. Si una puerta dice que “no se abre desde este lado”, significa que llegará el momento en que puedas abrirla, cuando encuentres la manera de llegar ahí. Cuando hagas esto crearás un atajo que te permitirá viajar libremente entre un lado y el otro.
Mejoras
En Sekiro no hay un sistema de “almas”, y no mejoras tus estadísticas individuales usando los recursos que adquieres de enemigos muertos. En lugar de eso, existen algunos tipos de ítems, además de los “puntos de habilidad”, que te sirven para mejorar tu poder. Te los explicamos a continuación.
Puntos de habilidad: estos se obtienen después de matar enemigos, y el avance hacia tu siguiente punto se muestra en una barra en la esquina superior derecha de tu pantalla. Las habilidades están divididas en varios árboles diferentes que irás desbloqueando en diferentes momentos del juego. Incluyen tanto ataques especiales como habilidades pasivas que mejoran alguna cosa, como los emblemas espirituales o el poder curativo.
Semillas de calabaza: las encuentras en ciertos enemigos y en el mundo del juego. Estas le dan una recarga a tu calabaza curativa. De vez en cuando te las puede vender algún personaje dentro del juego. Para usarlas, busca a Emma en el Templo Desolado.
Cuentas de oración: también las encuentras en ciertos enemigos y en el mundo del juego. Estas mejoran tu salud y tu postura. Necesitas cuatro para mejorar estas cosas, y lo puedes hacer en un Ídolo del Escultor.
Recuerdos: los adquieres después de matar jefes. Los recuerdos mejoran tu poder de ataque en general. También puedes usarlos yendo a un Ídolo del Escultor.
Debido al sistema de niveles de Sekiro (o más bien, a la falta de este), no puedes “grindear” como en otros títulos de FromSoftware. Las mejoras son limitadas y existe un tope antes de avanzar al área siguiente. Esto significa que –lo sentimos- tendrás que practicar y mejorar.