Para muchos, cada vez resulta más importante e imprescindible el uso de energías renovables que, además de eficaces, resulten más beneficiosas para el medio ambiente, que no deja de ser nuestro principal medio de vida.
Y qué mejor que conseguirlo a través del sol. Por ello, con el tiempo han surgido más y más empresas que han desarrollado nuevas tecnologías para ofrecernos soluciones eficaces y eficientes.
En el caso de SolarReserve, esta compañía se basa en la energía solar concentrada. De manera que, gracias a miles de paneles que acaparan la luz solar, la firma consigue generar calor y electricidad. Claro que para ello requiere de más de 10,000 espejos, bautizados como Heliostats.
Así, una vez que se obtiene energía, la almacena, ofreciendo alta calidad y eficiencia. Pero lo más importante, sin duda, es que la energía que ofrece SolarReserve es 100% renovable y con cero emisiones y pérdidas.
Por esto último, entre otras muchas cosas, el número de países que adoptan este tipo de energías aumenta. Así, esta misma semana SolarReserve ha anunciado que aterrizará en la región de Tarapacá, en Chile, para proporcionar electricidad limpia y fiable las 24 horas del día.
La firma ha recibido la aprobación ambiental para construir uno de los proyectos solares más grandes del mundo en cuanto a almacenamiento de energía. De esta manera, Tarapacá contará con tres torres térmicas solares de 150 megavatios (MW), cada una con 13 horas de almacenamiento de energía a plena carga.
La compañía entregará 450 megavatios de salida continua, es decir, más de 2,600 gigavatios-hora al año. «La tecnología probada de SolarReserve es capaz de proporcionar electricidad no intermitente a partir de energía solar las 24 horas del día, sin necesidad de ningún combustible fósil «, subraya Tom Georgis, vicepresidente senior de SolarReserve. «El proyecto Tamarugal ayudará a estabilizar y reducir los costes de electricidad para las familias chilenas y empresas, asegurando al mismo tiempo la seguridad energética del país «, añade.
Así, SolarReserve quiere que la energía solar compita, cara a cara, con otras energías convencionales ofreciendo una energía de base no intermitente que se integre más fácilmente a las redes existentes y proporcione una capacidad firme para satisfacer a la demanda, sobre todo durante las horas de mayor uso y con un mínimo impacto ambiental.