Un equipo de astrónomos pertenecientes al proyecto de búsqueda de vida extraterrestre Breakthrough Listen captó, a través del telescopio Parkes en Australia, una particular señal de radio que los investigadores creen pudo ser enviado desde Proxima Centauri, el sistema solar más cercano a la Tierra.
Según detalla el diario inglés The Guardian, la señal fue detectada mientras el telescopio Parkes apuntaba a Proxima Centauri entre abril y mayo de 2019. En otro reporte publicado en Astronomy se detalla que, tras 30 horas de observaciones, se encontró que la señal —bautizada BLC-1— apareció por periodos de 30 minutos a lo largo de varios días y en una frecuencia oscilatoria cercana a los 980 MHz.
Debido a estas características, los expertos creen que la señal fue emitida desde un objeto en movimiento cercano a Proxima Centauri.
“Puede ser el movimiento orbital de un planeta, un transmisor flotante o uno colocado en una luna”, dijo Jason Wright, astrónomo de la Penn State University en Pennsylvania.
Pese a lo sugerente del hallazgo, los astrónomos son cautos y no descartan que la señal sea producto de la interferencia de una señal humana enviada desde la Tierra.
“La explicación más plausible es probablemente una fuente en la superficie terrestre cuya frecuencia, por alguna razón, cambia muy lentamente”, añadió Wright.
Los científicos también son escépticos de que la señal provenga de una forma inteligente de vida en un sistema solar tan cercano al nuestro.
Proxima Centauri, un sistema binario compuesto por dos planetas que orbitan una estrella enana roja, se ubica a 4.22 años luz de la Tierra (unos 36 billones de kilómetros). Su cercanía y la posibilidad de que un sistema vecino albergue vida inteligente equivale, según los científicos, a buscar las llaves por toda la casa solo para encontrar que estaban en el bolsillo del pantalón.
También creen poco probable que hayamos encontrado vida extraterrestre en un sistema tan cercano sin que ella lo haya hecho antes.
“Encuentro difícil de creer que una civilización tecnologizada en Proxima Centauri no sepa de la vida en la Tierra”, dijo el astrobiólogo Jacob Haqq-Misra.
“La única forma en la que no sabrían es que tuvieran a nuestro nivel tecnológico, de modo que nos estarían descubriendo al mismo tiempo que nosotros.
“Y esto es poco probable, sobre todo porque una diferencia de miles de años, poco en términos astronómicos, daría como resultado diferencias drásticas en nuestras capacidades de detección”, agregó.
Sea cual sea su origen, la composición planetaria de Proxima Centauri da a los científicos motivos para buscar ahí. Y es que uno de sus planetas, Proxima B, tiene una formación rocosa, un tamaño similar a la Tierra y orbita a una distancia suficientemente lejana a su sol como para albergar agua líquida.
De la misma manera, en el pasado los científicos han detectado señales cuya hipótesis inicial apuntó a interferencias terrestres, pero que nunca fueron encontradas.
En 1977, el telescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio detectó una señal de 72 segundos proveniente de la constelación de sagitario. La señal fue conocida como “Wow” debido a la anotación hecha por Jerry Ehman, el astrónomo que la detectó. Hasta ahora, los científicos no han podido esclarecer la procedencia de la señal.