Al parecer, los perros no están tan interesados en los rostros humanos, o al menos no son capaces de procesar las caras de las personas de la misma forma como lo hacemos nosotros.
Así lo explica un estudio publicado en el Journal of Neuroscience realizado por la investigadora del comportamiento canino Attilia Andics.
De acuerdo con el trabajo de la experta, los perros “leen las emociones de los rostros y pueden reconocer a las personas solo con el rostro, pero otras señales corporales parecen ser igualmente informativas para ellos”, explica.
Al mismo tiempo, ella y el equipo investigador descubrió que los perros están más interesados en ver a otros perros en lugar de los rostros, ya sea de los humanos o de cualquier otro tipo.
¿Cómo lo descubrieron?
Para llevar a cabo esta investigación, los autores usaron un tipo de escaneo cerebral conocido como imágenes de resonancia magnética funcional o FMRI.
Esta técnica puede mostrar lo activas que se encuentran diferentes partes del cerebro midiendo hacia donde se dirige el flujo de sangre.
Esta prueba se les realizó a 20 perros y 30 humanos mientras se les mostraba a los participantes cuatro videos diferentes de dos segundos.
Así, uno de ellos mostraba un rostro humano, otro la parte posterior de una cabeza humana y los dos últimos evidenciaban la cara de un perro y la parte posterior de la cabeza de un perro.
Los resultados graficaron que tanto los perros como los humanos prefieren mirar a los miembros de su misma especie.
Así, los cerebros de los perros se mostraban más activos cuando veían a otro perro, si se compara a lo que ocurría cuando miraban a una persona.
“Los perros utilizan otras formas de comunicación, como la posición de la oreja, que se puede ver desde el frente y desde atrás. La posición de la oreja informa sobre el estado de ánimo del perro. Los humanos no movemos las orejas”, señala la autora.
También, estos animales poseen un sentido del olfato que es entre diez mil y cien mil veces más agudo que el de los humanos.
De esta forma, pueden captar feromonas dejadas por otros perros lo que a su vez les puede entregar más información que el hecho de observar una cara.