Una “startup” de Redwood City (California) ha desarrollado una nueva tecnología de impresión 3D que utiliza la luz y el oxígeno para imprimir objetos sólidos a velocidades de 25 a 100 veces más rápido que la tecnología actual.
La impresión en 3D desarrollada por Carbon3D, permite materializar objetos partiendo de una resina líquida, para luego solidificarlos a una gran velocidad gracias a un sistema de luz digital y oxígeno
La tecnología, llamada “Continuos Liquid Interface Production” (CLIP), manipula la luz y el oxígeno para hacer uso de una propiedad de la resina llamada fotopolimerización, que consiste en la solidificación del líquido al ser expuesto a luz ultravioleta (UV). La nueva impresora trabaja combinando ambos elementos para obtener un objeto de una sola pieza, con una textura más lisa y homogénea, y de un espesor mínimo de 20 micrones (el equivalente a un cuarto del grosor de una hoja de papel).
«Al repensar todo el enfoque de la impresión en 3D, hemos logrado poner la química y la física detrás del proceso y desarrollar una nueva tecnología que puede crear objetos haciéndolos crecer «de un charco de líquido» en un tiempo radicalmente más rápido que las tecnologías tradicionales” dijo Joseph M DeSimone, profesor de química en la Universidad de Carolina del Norte y presidente de Carbon3D.
«Además de la utilización de nuevos materiales, CLIP puede permitirnos hacer objetos más fuertes con geometrías únicas y que otras técnicas no pueden lograr, como cánulas cardíacas (stents), implantes o prótesis dentales fabricados a la medida de cada paciente «, dijo DeSimone.
Mediante un acuerdo de investigación entre la Universidad y Carbon3D, el equipo está actualmente llevando a cabo experimentaciones con siliconas, nylon, cerámica y materiales biodegradables que ampliaran el uso de la impresora a otras industrias como la automotriz y la aviación.