Durante el primer milenio de nuestra era, los pobladores de Nuevo México sobrevivieron a las devastadoras sequías adentrándose en las profundidades de las cuevas y derritiendo allí el hielo para obtener agua.
Así lo dio a conocer un estudio publicado por la Universidad del Sur de Florida (USF) en Scientific Reports.
Un equipo internacional de geocientíficos —encabezado por el profesor de la USF Bogdan Onac— exploró el Monumento Nacional El Malpais, un extenso terreno de tierras baldías y montañas de material volcánico en el suroeste de Estados Unidos.
En uno de los tubos de lava del parque, encontraron carbón de leña preservado en antiguas muestras de hielo. De acuerdo con los expertos, este material carbonizado en la cueva, indica que los antiguos habitantes iniciaron pequeños incendios para derretir el hielo y recolectarlo como agua potable o quizás para rituales religiosos.
Se cree que las sequías influyeron en las estrategias de asentamiento y subsistencia, la intensificación agrícola, las tendencias demográficas y la migración de las complejas sociedades ancestrales que alguna vez habitaron la zona.
Los investigadores afirman que el descubrimiento de los depósitos de hielo presenta una “evidencia inequívoca” de que cinco eventos de sequía afectaron a la sociedad ancestral durante esos siglos.
“Este descubrimiento arroja luz sobre una de las muchas interacciones entre el ser humano y el medio ambiente en un momento en que el cambio climático obligó a las personas a encontrar recursos hídricos en lugares inesperados”, destacó Bogdan Onac, señalando que las condiciones geológicas que respaldaron el descubrimiento ahora están amenazadas por el cambio climático moderno.
“El derretimiento del hielo de la cueva bajo las condiciones climáticas actuales está descubriendo y amenazando una frágil fuente de evidencia paleoambiental y arqueológica”, agregó.