El aprendizaje de la máquina puede hacer que las computadoras u ordenadores sean más inteligentes que nosotros de alguna manera.
Entonces, ¿añadir un toque humano a esta mezcla hace que el sistema sea más inteligente? ¿El potencial humano sumado a la máquina gana siempre a la máquina sola?
Relacionado: Este “chef electrónico” prepara la comida en tu propia casa con inteligencia artificial
Siri, puedes conducir mi coche
Muchos piensan que, por seguridad, un automóvil autónomo debería tener un volante y frenos para que una persona pueda utilizarlos en caso de emergencia. Es decir, se asume que los seres humanos son mejores conductores y es verdad porque, hasta ahora, los automóviles autónomos tienen más accidentes, aunque son menores y muchas veces causados por coches conducidos por humanos.
Pero también hay que reconocer que los automóviles autónomos tienen una vista de 360 grados de su entorno, mientras que los seres humanos tienen suerte si tienen la mitad de esa vista. Además, los coches autónomos reaccionan a la velocidad de la luz, mientras que los humanos reaccionan a la velocidad de los impulsos contradictorios y los segundos pensamientos. Así que, ¿por qué pensamos que los coches estarían más seguros si ponemos al volante a un persona?
Máquina vs persona
Pero tomemos un caso en el que el tiempo de reacción no importe y en el que las máquinas tengan acceso a la misma información que los seres humanos. Por ejemplo, imaginemos que una máquina u ordenador se enfrenta en un juego contra una persona. ¿Qué pasaría entonces? Pues bien, AlphaGo, el sistema de Google, venció al tercer mejor jugador del mundo, basando sus movimientos en el análisis de 30 millones de movimientos en 160,000 juegos diferentes, procesados a través de múltiples niveles de redes neuronales artificiales que implementan un tipo de aprendizaje, llamado aprendizaje profundo.
Sin embargo, tal vez la buena y vieja intuición humana sea mejor que el frío análisis de una máquina. Tal vez deberíamos dejar que el juicio humano supere los cálculos de la máquina.
La prueba está en los resultados
Cuando un compañero humano no está de acuerdo con la recomendación de AlphaGo, el humano está en efecto jugando contra AlphaGo. Cada uno decide sus propios movimientos. Hasta ahora, la evidencia sugiere que cuando los humanos hacen eso, suelen perder.
No obstante, hay situaciones en las que los seres humanos y las máquinas son más propensos a hacerlo mejor que las máquinas por su cuenta, al menos en un futuro previsible. Una máquina puede ser buena a la hora de recomendar qué tarjeta de felicitación enviar a un compañero de trabajo, pero la persona tendrá que decidir sobre si la tarjeta recomendada es demasiado informal o excesivamente dulce. Asimismo, seguramente seguiremos queriendo recibir una selección de libros de Amazon, en lugar de que Amazon compre automáticamente por nosotros el libro que predice que nos gustará más.
Confiar en la Inteligencia Artificial
En conclusión, hay que tener en cuenta que, después de todo, la computadora puede saber más acerca de nuestro compañero de trabajo que nosotros mismos y, por consiguiente, guiarnos correctamente para enviarle una tarjeta de felicitación. Y si nos damos cuenta, casi siempre disfrutamos de las mejores recomendaciones de Amazon, por algo será, ¿no? Al final, tendremos que confiar en la inteligencia artificial.