Google quiere atacar el problema de las extorsiones mediante su navegador, y para ello harán algunos ajustes en su algoritmo de búsqueda.
Este tipo de extorsiones se basan en sitios web que publican información falsa sobre personas, cuyo nombre aparece asociado a delitos en las primeras páginas del buscador. Los extorsionistas proceden entonces a cobrar gigantescas sumas a las víctimas y, si estas pagan, los artículos se dan de baja; si no, se quedan arriba, a la vista de todos.
Las medidas que tomará Google evitarán que sitios conocidos por estas prácticas aparezcan no solo en los primeros lugares, sino en todos los resultados de búsquedas. Lo cual es un grave problema considerando la cuota de mercado que tiene la compañía, muy por encima de sus competidores.
Una de estas medidas es una lista de víctimas habituales. Cuando los usuarios hagan una denuncia oficial a la compañía sobre contenido falso publicado sobre ellos, Google eliminará en automático el nombre que aparezca asociado a situaciones similares.
En Google reconocen que esta solución no es perfecta, pero que su aplicación tendría un impacto positivo y, en lo posible, evitaría que este tipo de extorsiones proliferen como hasta ahora. “No podemos ser los policías de la web”, explican en The New York Times, “pero al menos podemos ser ciudadanos responsables”.
Algunas de estas medidas ya están en funcionamiento, mientras que otras se implementarán de forma paulatina durante los próximos meses. El objetivo es uno: terminar con organizaciones que se dedican a extorsionar a personas inocentes mediante páginas creadas solo con el fin de rankear en los primeros lugares de Google.
Originalmente, Google pretendía que los resultados de búsqueda fueran un reflejo lo más objetivo posible de la web y por ello no tenían intenciones de interferir en cómo estos se muestran. Sin embargo, el llamado de alerta de tantas personas —conocidas y anónimas— respecto a estas extorsiones los hizo recapacitar.