“La mayor amenaza en más de medio siglo” para el futuro del plátano, así es calificada la rápida propagación de un hongo que podría acabar para siempre con la variedad más cultivada de este fruto.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) advirtió sobre el avance de la cepa raza 4 tropical (R4T) del hongo Fusarium, que afecta la producción de plátanos.
Este fruto se cultiva en 135 países y, según IICA, cumple un rol central en la seguridad alimentaria del mundo, además de representar un medio de subsistencia para quienes trabajan en su cultivo.
Se estima que 400 millones de personas dependen del plátano como alimento o fuente de ingresos. Además, las poblaciones vulnerables obtienen de este hasta la cuarta parte de sus calorías diarias.
Enfermedad sin cura
Aunque se originó en Asia, la cepa R4T se desplaza hacia Occidente; en 2019 fue detectada en Colombia, por lo que se encendieron las alarma en las zonas tropicales de América Latina y el Caribe.
La cepa R4T provoca una enfermedad que se transmite a través del suelo y para la que no existe tratamiento. Se caracteriza por el marchitamiento y muerte de la fruta.
La única forma efectiva para detener su propagación es quemar las tierras afectadas, que quedan inutilizables, advirtió el IICA.
La R4T ataca al plátano tipo Cavendish, que representa la mitad de la producción mundial y el 95 por ciento de las exportaciones; es el más cultivado en América Latina y el Caribe.
El Cavendish fue la solución que encontró el mundo hace 70 años, debido a su resistencia natural a otra enfermedad del hongo Fusarium, que terminó con la especie de banano Gros Michel, que dominaba hasta ese entonces.