El Ayuntamiento de Nueva York comenzó a prohibir el uso de gas natural en la mayoría de los edificios nuevos como una manera de combatir los efectos del cambio climático.
Por medio de esta nueva normativa se prohíben las conexiones de gas natural y los equipos de combustión de petróleo en los edificios de siete pisos a partir de 2023 y en todos los inmuebles nuevos para 2027.
Los edificios que ya existen no se verán afectados con esta medida, aunque podrían llevar a cabo importantes renovaciones para que se conviertan en edificios eléctricos.
También están exentos los hospitales, las fábricas, las lavanderías y las cocinas comerciales.
“Nueva York ha hecho historia: así se invierte en futuro sostenible, se protege la salud pública y se termina con la era de los combustibles fósiles”, escribió el alcalde Bill de Blasio en su cuenta de Twitter.
NYC just made history by banning gas usage in new buildings! THIS is how you invest in a sustainable future, protect public health, create good paying jobs and END the era of fossil fuels. Thank you to the @NYCCouncil for getting this done.
If our city can do it, any city can.— Mayor Eric Adams (@NYCMayor) December 15, 2021
La nueva ley implica que los sistemas de calefacción, las cocinas o los depósitos de agua caliente deberán funcionar con electricidad obtenida de energías limpias.
El estado de Nueva York es uno de los mayores consumidores de gas natural en Estados Unidos (el sexto a nivel nacional), y la generación de electricidad procede en su mayoría del gas natural por sobre la energía nuclear o la hidroeléctrica.
Al mismo tiempo, según CNBC, las viviendas son responsables actualmente de 70 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que se espera que la normativa aprobada esta semana pueda reducir los índices de contaminación y eliminar cerca de 2.1 millones de toneladas de carbono para 2040.