Un 7 de noviembre de 2012 Microsoft anunció oficialmente el cierre de Windows Live Messenger. Se trataba del golpe de gracia a la que había sido durante más de una década el principal sistema de mensajería instantánea de los usuarios de computadoras.
Aunque solo tres años antes, en junio de 2019, había alcanzado su mayor nivel de usuarios mensuales, 330 millones, Windows Live Messenger fue incapaz de adecuarse a los vertiginosos cambios provocados por la masificación de internet y la introducción del teléfono inteligente.
Solo para poner en contexto el alcance de la aplicación: su récord de usuarios lo pondría al nivel de sistemas de mensajería como Telegram (400 millones) o de la red social Twitter (300 millones), aunque muy por debajo de lo que ha alcanzado WhatsApp (2,000 millones) o Facebook (2,900 millones).
Absorbida por la aplicación de videollamadas Skype –comprada por Microsoft en 2011-, han pasado más de seis años que los servidores de Windows Live Messenger fueran cerrados definitivamente.
Sin embargo, en la retina aún permanecen algunas de sus más (irritantes) funciones que, a modo de homenaje, repasamos a continuación y que no encontramos en WhatsApp… ni siquiera en su cada vez más popular versión web.
Mensajes manuscritos
Una de las funciones más llamativas de Windows Live Messenger es que permitía enviar directamente mensajes escritos con el mouse. Si bien WhatsApp permite hacerlo incorporando un garabato sobre una foto, no deja hacerlo directamente.
Personalizar el tipo de letra
Aunque WhatsApp permite personalizar el tipo de letra en algunos teléfonos, como Samsung y Xiaomi, Windows Live Messenger ofrecía la posibilidad de hacerlo para todos. Textos en distintas tipografías, tamaños y colores eran habituales en los chats de esta plataforma. Además, era posible hacerlo rápidamente, como editar un texto en Word, sin necesidad de ajustar configuraciones.
Alguien está en línea
Era una de las funciones más queridas (odiadas) de Windows Live Messenger. Cada vez que un usuario se conectaba, todos sus contactos se enteraban a través de una notificación emergente. Pasar inadvertido no era una tarea sencilla, aunque los más avezados rápidamente se volvían «invisibles». Si bien WhatsApp avisa cuándo un usuario está o estuvo en línea, es necesario revisar la información de cada contacto para averiguarlo. El que lo «hace bien» en ese sentido es Facebook Messenger, que indica quiénes están en línea.
Estoy ocupado
Las plataformas de productividad, como Microsoft Teams, Slack o el propio Skype, han sido herederas de los estados de Windows Live Messenger: disponible, ocupado, ausente o aparecer desconectado (el modo invisible). Como WhatsApp es una aplicación de «24 horas», probablemente una función de este tipo no tenga sentido. Sin embargo, un «estoy ocupado» o «estoy al teléfono» probablemente no vendrían nada de mal.
Videojuegos y aplicaciones
Windows Live Messenger ofrecía varios videojuegos y aplicaciones para ser accedidas a través de la ventana de conversación. Haciendo clic en el icono de videojuegos, se enviaba un desafío al contacto para comenzar una partida de buscaminas o de damas, entre otras. También era posible abrir una aplicación externa de forma compartida.
Zumbidos
Si querías la atención de alguien en Windows Live Messenger, simplemente necesitabas enviarle un zumbido al contacto para que su pantalla vibrara y la computadora emitiera un molesto sonido. Nada de «dejar en visto» como en WhatsApp.