Un tipo de malware ransomware está ofreciendo a los afectados la oportunidad de evitar tener que pagar para descifrar sus archivos. El único problema es que para ello tienen que infectar a otras dos personas.
El ransomware ha sido un problema creciente en los últimos años, convirtiéndose en una de las formas más comunes de ciberataque durante este 2016.
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Es eficaz y lucrativo para los criminales, de manera que este tipo de ataques se ha realizado de diferentes maneras.
Sin embargo, la idea de usar a los usuarios infectados para difundirlo es algo extraño y raro, aunque vimos uno que usaba su propia red de afiliados al cierre de 2015.
Sin embargo, esta última acción es un poco más inmediata. Conocido como Popcorn Time (que no debe confundirse con el software de streaming de vídeo que utiliza el mismo nombre), este ransomware bloquea los archivos del usuario infectado con un cifrado AES-256 fuerte, haciendo que sea prácticamente imposible recuperarlos sin la clave de descifrado, según Bleeping .
Al igual que ocurre con las infecciones típicas de ransomware, se pueden recuperar (supuestamente) los archivos si pagas. El precio actual es un bitcoin o unos $ 780 dólares, aproximadamente.
Sin embargo, en este caso el malware ofrece a los infectados la opción de enviar un enlace con el virus a dos personas que serán infectadas con el mismo y que, finalmente, tendrán que pagar para desbloquear y descifrar sus archivos. El usuario que comparta el malware obtendrá una clave gratuita para tener acceso a sus documentos y archivos.
En este caso, los creadores de dicho malware buscarían el lado más bueno de la gente para infectar a un mayor número de personas y lucrarse con ello.
No obstante, en la documentación e información sobre este malware se explica «por qué lo hacen», afirmando que los fabricantes del mismo son sirios y que el dinero que se obtiene de estos rescates digitales se utilizará para pagar comida, medicamentos y refugio.
Aunque no podemos confirmar que esto sea cierto, el lenguaje utilizado sugiere que el idioma nativo de los fabricantes del malware no es el inglés. Si se trata de un engaño o mentira, no sería tampoco la primera vez que los fabricantes de un malware intentan aprovecharse de la bondad de algunas personas. Vale la pena señalar, más allá de las implicaciones morales que pueda tener este virus o no, que la distribución deliberada de malware siempre es ilegal.