La protección de la vacuna de Moderna contra el COVID-19 se extiende durante al menos seis meses después de la aplicación de la segunda dosis, según un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine.
El análisis sobre la efectividad del antídoto del laboratorio estadounidense se conoce después de que la vacuna de Pfizer y BioNTech publicara un análisis que también evidenciaba una protección de al menos seis meses.
Los informes de Moderna como de Pfizer y BioNTech se basaron en pruebas de seguimiento de voluntarios que recibieron las vacunas durante los ensayos clínicos.
“Aunque actualmente no se conocen los ensayos que mejor se correlacionan con la eficacia de la vacuna, los anticuerpos provocados por el ARNm-1273 persistieron durante seis meses después de la segunda dosis”, señala el estudio.
El análisis está respaldado por expertos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory.
¿Tercera dosis?
Tanto las muestras para los estudios de Pfizer y BioNTech como de Moderna fueron tomadas en momentos en que todavía no se detectaban las variantes del COVID-19, que parecen ser más contagiosas y más resistentes a las vacunas disponibles en la actualidad.
Al respecto, el informe del New England Journal of Medicine sugiere la posibilidad de aplicar una tercera dosis para combatir estas cepas. “Los estudios en curso controlan las respuestas inmunitarias más allá de los seis meses y determinan el efecto de una dosis de refuerzo para extender la duración y amplitud de la actividad contra las variantes virales emergentes”, señala.
De cualquier manera, Pfizer y Moderna trabajan para actualizar sus antídotos o diseñar una vacuna de refuerzo en caso de ser necesaria contra las nuevas variantes.