La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido la autorización de uso de emergencia para la vacuna contra COVID-19 de Moderna, lo cual sucede una semana después de que el antídoto de Pfizer y BioNTech hiciera lo propio.
De acuerdo con Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) en Estados Unidos, la solución de Moderna podría comenzar a administrarse a los estadounidenses el lunes o martes de la siguiente semana.
El directivo llamó a las personas de aquel país a que sigan tomando en consideración medidas como el uso de las máscaras o cubrebocas, el distanciamiento físico y no tener reuniones, en especial ahora que se acerca el cierre de año.
«No podemos simplemente decir: ‘Bien, hay una vacuna en el horizonte, así que olvidémonos de todo lo demás'», declaró a Today de NBC.
Como el de Pfizer, el antídoto de Moderna no contiene el virus real, sino instrucciones genéticas que le dicen al cuerpo humano que cree una proteína específica (esta es más o menos idéntica a la que contiene el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19), de acuerdo con TechCrunch.
Lo que sigue es que las defensas naturales, a través del sistema inmunológico, reaccionan y crean un método para combatirla. El sistema de defensa es «recordado» por el cuerpo, mientras que la propia vacuna se disuelve después de un breve periodo.
Tanto la vacuna de Moderna como la creada por Pfizer y BioNTech han demostrado ser efectivas en los datos preliminares de sus grandes ensayos clínicos de fase III.