¿Te imaginas ir a la farmacia y pedir que impriman en 3D una píldora que te recetó el doctor? ¿Y si necesitas más de una, pedirles que combinen todos tus medicamentos en una sola pastilla impresa? Pronto eso podría ser posible gracias a Vitae Industries.
Vivimos cada vez más en una era de atención médica personalizada, donde los tratamientos se pueden adaptar a las necesidades individuales de cada persona. Sin embargo, pese a los avances de la ciencia, hace solo unos años nadie se hubiera imaginado que las impresoras 3D podrían jugar un papel importante en el campo médico, agregando otra pieza al complejo rompecabezas de la atención adaptada a las necesidades de cada individuo .
Pero eso es precisamente lo que está ocurriendo. Una nueva impresora 3D tiene como objetivo dar a las farmacias la capacidad de producir rápida y fácilmente dosis personalizadas de medicamentos para los pacientes, en base a sus necesidades específicas. Eso significa que, en lugar de que los pacientes que necesitan muchos medicamentos tengan que recordar tomar diferentes cantidades y tipos de píldoras, podrían recibir todas las dosis requeridas en una forma muy simplificada.
La responsable de esta innovación es la AutoCompounder 3D, una impresora que tiene el tamaño de una tostadora de pan, que fue creada por una empresa startup de Rhode Island llamada Vitae Industries. La impresora promete imprimir píldoras y gomitas medicinales en un tercio del tiempo que le toma a un farmacéutico llenar una cápsula con la mano. AutoCompounder incluso podrá imprimir «poli-píldoras» complejas, que combinan múltiples medicamentos en una sola unidad.
«La plataforma AutoCompounder 3D ayuda a las farmacias a producir de manera más eficiente los medicamentos orales en dosis personalizadas», dijo a Digital Trends la directora ejecutiva de Vitae Industries, Jeanine Sinanan-Singh.
«Lo que ocurre es que las dosis estándar comercialmente disponibles de muchos medicamentos recetados en el mercado, no son adecuadas para muchas personas”, nos explicó. “Permitir que las farmacias produzcan y entreguen fácilmente dosis adaptadas a las necesidades de cada individuo, puede ayudar a transformar la medicina, y mejorar la salud de poblaciones significativas mediante el tratamiento del individuo, y no el mítico promedio estadístico».
Según los informes, la impresora tarda solo 10 minutos en crear las píldoras personalizadas, y no necesita nada más que el farmacéutico a cargo pueda operarlo para ingresar el medicamento y la dosis requerida, y luego simplemente esperar a que se fabriquen las pastillas. La máquina también se limpiará automáticamente entre las impresiones, por lo que la compañía afirma que no hay riesgo de contaminación cruzada.
La impresora de $5,000 dólares todavía no ha sido presentada, y Vitae no compartió ninguna imagen de la 3D AutoCompounder con nosotros. Pero pese a esto, sin duda ha despertado el interés de los inversores, ya que hasta el momento han inyectado $2 millones de dólares en fondos de riesgo en la compañía para este proyecto. Según Sinanan-Singh, una versión limitada del programa piloto comenzará en el primer trimestre de 2018 con farmacias seleccionadas.