Los espectáculos en vivo son unos de las tantas actividades que han sufrido los embates de la pandemia. Salvo honrosas excepciones —como la asistencia a conciertos en automóviles o las transmisiones en vivo a través de Internet— los recitales han debido suspenderse hasta nuevo aviso. La emoción de asistir a un concierto masivo parece ser un placer lejano.
Es por eso que —en un intento por salvar los eventos en vivo— Ticketmaster estaría trabajando en un proyecto para reabrir los espectáculos. La idea es verificar si los asistentes tienen COVID-19 antes de admitir su entrada a los espectáculos, informó la revista Billboard.
Así es como funcionaría, si se aprueba: después de comprar un boleto para un concierto, las personas deberán verificar que fueron vacunados (lo que proporcionaría aproximadamente un año de protección contra el COVID-19) o bien mostrar una prueba negativa de coronavirus de aproximadamente 24 a 72 horas antes del concierto.
La duración de la cobertura que proporcione la prueba estará regida por las autoridades sanitarias regionales.
Ticketmaster también dará una opción para que los asistentes puedan tomarse la prueba el mismo día del evento en un laboratorio o en una clínica de salud. Una vez que se complete la prueba, el comprador deberá indicar al laboratorio que entregue los resultados a una compañía de aprobación de salud, como CLEAR Health Pass or IBM’s Digital Health Pass.
Estas últimas entregarían el resultado de la prueba del asistente a Ticketmaster, que luego enviaría al fanático las credenciales necesarias para acceder al evento.
Todavía hay muchos detalles por resolver, asegura Billboard, pero el objetivo del programa es que los asistentes se encarguen de las vacunas y de las pruebas antes del concierto y no se presenten a los recitales con la esperanza de ser evaluados en el lugar.
Ticketmaster también planea implementar el sistema junto a SmartEvent, empresa que organiza eventos con rastreo de contactos, entrada retrasada y distanciamiento social.