Aún no hay certeza sobre cómo se originó el COVID-19, situación que ha sido aprovechada por los gobiernos de China y Estados Unidos para responsabilizarse mutuamente.
Las autoridades norteamericanas incluso han especulado con la posibilidad de que el SARS-CoV-2 se originó de manera artificial en un laboratorio de Wuhan, ciudad china donde se registraron los primeros contagios.
Ahora, desde China respondieron a esas acusaciones y lo hicieron de la peor forma: mediante noticias falsas.
En fechas recientes se descubrió que Zha Liyou, el cónsul general chino en Calcuta, India, tuiteó una información no verificada que señalaba que el COVID-19 se pudo haber importado desde Estados Unidos a China en un lote de langostas de Maine, las que habrían sido enviadas a un mercado de mariscos en Wuhan.
Marcel Schliebs, investigador de desinformación de la Universidad de Oxford, descubrió una red compuesta por más de 550 cuentas de Twitter desde donde se difundían mensajes con noticias similares traducidas a varios idiomas, entre ellos francés, inglés, español, polaco e incluso latín.
Estas noticias se publicaban todos los días en horarios similares, entre las 8:00 y las 11:00 de la mañana de China.
“Podemos ver que hay un esfuerzo coordinado y que es una narrativa pro-China”, afirma el investigador.
También se descubrió que la información que emanaba de estas cuentas era compartida por diversos medios de comunicación de China. Algunos de los perfiles, en tanto, contaban con un amplio número de seguidores, mientras que otros no tenían ninguno.
“Parece burdo y poco sofisticado cuando se observan las cuentas individuales. Pero este tipo de redes están diseñadas para intentar que los temas sean tendencia en las redes sociales”, agregó Schliebs.