La posibilidad de que el virus SARS-CoV-2 se transmita a través del aire ha sido una de las grandes controversias de la pandemia del COVID-19 entre las agencias sanitarias y grupos de científicos.
Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) tardó meses en reconocer esta probabilidad, la polémica está centrada en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el principal instituto de salud pública de Estados Unidos.
Los CDC confirmaron el 21 de septiembre la eliminación de una guía que reconocía la transmisión aérea del coronavirus, que había sido publicada el día anterior. Según los CDC, se trataba de un documento borrador y fue publicado por error.
«Una versión preliminar de los cambios propuestos a estas recomendaciones se publicó por error en el sitio web oficial de la agencia. Los CDC están actualizando sus recomendaciones con respecto a la transmisión aérea del SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19). Una vez que se haya completado este proceso, se publicará el idioma de actualización», afirmó el organismo.
Qué habían revelado los CDC
El borrador publicado previamente por los CDC indicaba que la transmisión aérea podría ser la «forma principal de propagación del virus», por lo que era indispensable contar con una ventilación adecuada de los espacios cerrados.
«Existe una creciente evidencia de que las gotas y las partículas en el aire pueden permanecer suspendidas en el aire y ser inhaladas por otros, y viajar distancias superiores a los seis pies 0 1.8 metros (por ejemplo, durante la práctica del coro, en restaurantes o en clases de gimnasia). En general, en interiores los ambientes sin buena ventilación aumentan este riesgo”, consignaba la publicación de los CDC.
Qué dice la OMS
En julio de 2020, un grupo de 239 científicos internacionales alertó a la OMS sobre esta posible forma de contagio del COVID-19 y urgió al organismo a modificar sus pautas de recomendaciones, que no consideraban esta vía de transmisión.
Tras el informe, la OMS señaló que la transmisión del SARS-CoV-2 ocurre principalmente entre personas a través del contacto directo, indirecto o cercano con personas infectadas a través de secreciones infectadas, como saliva y secreciones respiratorias, que se expulsan cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o canta.
Sin embargo, también reconoció que “la transmisión aérea del SARS-CoV-2 puede ocurrir durante los procedimientos médicos que generan aerosoles. La OMS, junto con la comunidad científica, ha estado discutiendo y evaluando activamente si el SARS-CoV-2 también puede propagarse a través de los aerosoles en ausencia de procedimientos de generación de aerosoles, particularmente en interiores con poca ventilación”.