Los médicos pueden predecir el riesgo de un accidente cerebrovascular isquémico de los pacientes, en función de la gravedad del síndrome metabólico, y una serie de afecciones que incluyen presión arterial alta, niveles anormales de colesterol y un exceso de grasa corporal en la zona abdominal, según un estudio reciente.
La investigación de la Universidad de Virginia encontró que el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumentaba constantemente con la gravedad del síndrome metabólico, incluso en pacientes sin diabetes.
Los médicos pueden usar esta información, y una herramienta de calificación para identificar a los pacientes en riesgo y ayudarlos a reducir ese riesgo.
«Anteriormente habíamos demostrado que la gravedad del síndrome metabólico estaba relacionada con una futura enfermedad coronaria y la diabetes tipo 2. Este estudio mostró más vínculos con futuros accidentes cerebrovasculares isquémicos», afirmó Mark DeBoer, investigador de la Universidad de Virginia.
Con la herramienta de puntuación, DeBoer desarrolló en conjunto con Matthew Gurka, de la Universidad de Florida, una calculadora en línea que permite evaluar la gravedad del síndrome metabólico, que está disponible de forma gratuita en https://metscalc.org/.
Pequeños cambios
Para evaluar la asociación entre un accidente cerebrovascular isquémico y el síndrome metabólico, DeBoer y Gurka revisaron las fichas de más de 13,000 participantes de estudios anteriores. Entre ese grupo, hubo 709 accidentes cerebrovasculares isquémicos durante un período medio de 18.6 años.
Los investigadores utilizaron una herramienta para calcular las «puntuaciones Z», que miden la gravedad del síndrome metabólico. Luego, analizaron la asociación entre éste y el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
La relación general entre la gravedad del síndrome metabólico y el riesgo de accidente cerebrovascular fue evidente. Esto sugiere que las personas con síndrome metabólico podrían realizar cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo. Bajar de peso, hacer más ejercicio, elegir alimentos saludables: todo puede ayudar a abordar el síndrome metabólico y sus efectos dañinos.
DeBoer espera que la herramienta ayude a los médicos a guiar a los pacientes en su búsqueda de reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y mejorar su salud y bienestar. «En caso de que todavía haya personas debatiendo si comenzar a hacer ejercicio o comer una dieta más saludable. Este estudio proporciona otra llamada de atención para motivarnos a todos hacia cambios en el estilo de vida», precisó.
Raza y sexo
Otro hallazgo fue que el subgrupo con mayor asociación entre el síndrome metabólico y el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico fueron las mujeres blancas. En ellas, el equipo de investigación identificó relaciones como la presión arterial alta y el riesgo de accidente cerebrovascular.
Los investigadores señalan que la raza y el sexo no parecen marcar una diferencia importante en el riesgo de accidente cerebrovascular. «Sin embargo, estos resultados son lo suficientemente notables como para justificar estudios adicionales sobre diferencias de raza y sexo», sostienen.