Después de una serie de conflictos y controversias, el fundador de Uber, Travis Kalanick, presentó su renuncia como Director General de la compañía.
Kalanick decidió aceptar la petición de dimitir el martes por la noche después de la intensa presión de cinco grandes inversores, informó The New York Times.
La noticia de la partida del empresario sigue a las crecientes críticas sobre la forma en la que la compañía ha estado conduciendo sus negocios, y llega solo algunos días después del entierro de su madre, quien murió en un accidente a finales del mes pasado.
Se cree que Kalanick permanecerá como miembro de la junta directiva de Uber. No está claro en esta etapa quién dirigirá la empresa.
En una declaración, Kalanick dijo al respecto: «Amo a Uber más que a nada en el mundo, y en este momento difícil en mi vida personal he aceptado la solicitud de los inversores de retirarme, para que Uber puede volver a construir en lugar de ser distraído con otra pelea».
Según los informes, la decisión de Kalanick siguió a una discusión entre los accionistas, quienes dijeron el martes que era necesario un nuevo liderazgo para que la compañía avanzara.
Kalanick, quien fundó Uber en 2009, según informes recibió la petición por carta mientras estaba en Chicago. Después de varias horas de discusiones, él finalmente aceptó dejar el trabajo.
Mientras que Uber siempre ha tenido que soportar muchas críticas sobre cómo lleva a cabo sus negocios, las cosas se complicaron aún más a principios de este año, cuando un ex empleado hizo acusaciones de una cultura laboral donde el acoso sexual y la discriminación de género eran abundantes.
La compañía llevó a cabo una investigación sobre sus prácticas en el lugar de trabajo, que culminó con el despido de 20 empleados y la publicación de un informe la semana pasada que recomendó que Kalanick desempeñe un papel menos importante en el negocio.
En respuesta al informe, el fundador de Uber pidió una licencia indefinida, antes de renunciar finalmente el martes.
Además de las preocupaciones sobre su cultura laboral, la compañía también está envuelta en una batalla legal con Waymo sobre el presunto robo de tecnología de automóviles autónomos. También se enfrenta a una investigación del Departamento de Justicia a raíz de acusaciones de que utilizó tecnología secreta para ocultar sus vehículos a funcionarios de algunas ciudades, donde se estaban haciendo intentos de reducir el servicio.
Los inversores de Uber esperan que el nuevo liderazgo logre que la compañía siga un camino más seguro y libre de controversias.