Este año ha estado marcado por los viajes espaciales. Además de la Estación Espacial Internacional (EEI) que se ha mantenido en órbita por más de 20 años y que sirve como laboratorio en microgravedad, el mes pasado Space X envió a cuatro civiles al espacio con su misión llamada Inspiration4.
Ahora, una nueva tripulación cruzará las fronteras planetarias. Se trata de la actriz Yulia Peresild y el director Klim Shipenko, quienes abordarán la EEI para grabar segmentos de la película rusa The Challenge, la primera cinta filmada en órbita.
El despegue se realizó este martes en una nave espacial rusa Soyuz, liderado por el cosmonauta Anton Shkaplerov, quien tiene tres misiones espaciales en su historial. Después de 12 días en la EEI, la tripulación volverá a la Tierra junto a otro cosmonauta ruso.
Con esta hazaña, la agencia espacial rusa Roscosmos busca eclipsar a cualquier actor occidental que pudiera estar considerando una filmación en el espacio, ya que hay rumores sobre Tom Cruise y un posible proyecto similar junto a Space X. Sin embargo, los oficiales de la NASA y sus socios han dicho que no están planeando ninguna misión de este tipo.
Como sea, para Dmitry Rogozin, jefe de Roscosmos, esta es “una oportunidad para elevar el prestigio del programa espacial de Rusia”. Es así como The Challenge será la primera película grabada en órbita, Klim Shipenko el primer director de cine que ha salido de la Tierra y Julia Peresild la quinta mujer rusa en viajar al espacio. Se trata de un hecho que ha abierto las puertas de la exploración espacial a otras áreas más allá de la investigación.
El desafío de adaptarse a una nave espacial
La tripulación de The Challenge —que entrenó desde mayo para el vuelo en la Ciudad de las Estrellas, Moscú— ofreció una conferencia de prensa en las instalaciones de lanzamiento de Rusia, ubicadas en Baikonur, Kazajstán.
En esta, Peresild mencionó que el entrenamiento para la misión fue agotador y que le resultó difícil adaptarse a la estricta disciplina y las rigurosas exigencias requeridas durante este. Sin embargo, para ella ha sido una oportunidad única en la vida:
“Es un milagro, una oportunidad increíble. Trabajamos muy duro y estamos muy cansados, a pesar de que nos mantenemos de buen humor y sonreímos. Fue psicológica, física y moralmente difícil. Pero creo que una vez que logremos el objetivo, todo eso no parecerá tan difícil y lo recordaremos con una sonrisa”.
La actriz también contó que la parte más desafiante de la preparación para el vuelo fue aprender sobre el diseño y el manejo de la nave espacial: “Para ser honesta, no fue fácil para mí. Durante las dos primeras semanas, estuve aprendiendo hasta las 4 de la mañana todas las noches. Hay tantos acrónimos… y si no los aprendes todos, no entenderás nada más adelante”.
Sin embargo, no toda la experiencia fue complicada. Peresild también disfrutó el entrenamiento, en específico un vuelo que imitaba la ingravidez. En este, un avión desciende en una picada, lo que le permite a las personas adentro unos 20 segundos en gravedad cero.
Ahora el desafío será llevar a cabo todo lo que aprendieron en el entrenamiento y adaptarse a la nave. Por ejemplo, deberán familiarizarse con los complicados sistemas de higiene personal con los que cuenta la nave. Estos usan bombas de vacío para succionar los residuos del cuerpo hacia los tanques, y la orina se recicla para aumentar el suministro de agua de la estación.
En el caso de Peresild, será aún más complicado, ya que en el sector ruso de la nave donde se llevará a cabo el rodaje existe un viejo inodoro diseñado para la anatomía masculina.
Recién en 2020 la NASA instaló el primer inodoro hecho para mujeres, luego de que por años estas se las arreglaran con un dispositivo que no fue construido para sus cuerpos. El desarrollo del llamado Universal Waste Management System costó $23 millones de dólares, por lo que sería el inodoro más caro del universo.
En 2009, las relaciones tensas entre Moscú y Washington dieron como resultado que las tripulaciones rusas y estadounidenses tuvieran prohibido usar los baños entre sí. Sin embargo, a estas alturas Peresild será la primera mujer rusa en comparar la tecnología de los baños espaciales.
Mujeres rusas en el espacio
La primera mujer en viajar al espacio fue la cosmonauta Valentina Tereshkova, quien el 16 de junio de 1963 fue lanzada en una misión en solitario a bordo de la nave espacial Vostok 6; pasó tres días en órbita.
La exploración espacial era una industria dominada por los hombres, así que la aventura Tereshkova fue un hito digno de celebración tanto para la cosmonáutica como para el feminismo. Pero en lugar de dar el siguiente paso, Moscú archivó su programa de mujeres cosmonautas durante casi dos décadas.
Fue así como en 1982, la aviadora y cosmonauta rusa Svetlana Savitskaya voló a bordo del Soyuz T-7, con lo que se transformó en la segunda mujer en el espacio.
Posteriormente, fue el turno de la cosmonauta Yelena V. Kondakova, que también tiene el logro de ser la primera mujer rusa en viajar en dos naves espaciales diferentes, Soyuz TM-20, en 1994, y STS-84, en 1997.
Por otro lado, en 2014, la cosmonauta y actual política Yelena Serova fue la primera mujer rusa en visitar la Estación Espacial Internacional a bordo de la nave Soyuz TMA-14M.
Finalmente, tenemos a Yulia Peresild, la quinta mujer rusa en ir al espacio. La actriz de 37 años fue seleccionada de entre 20 con el fin de interpretar a un médico cirujano en la película The Challenge. En el filme, el personaje de Peresild es convocada para que le realice una operación de corazón urgente a un cosmonauta.