Ya hay suficientes escombros peligrosos en órbita, pero el miércoles ocurrió un incidente que casi creó mucho más.
Involucró al satélite operativo TIMED de la NASA y al desaparecido satélite ruso Cosmos 2221, que estuvo alarmantemente cerca de colisionar a unas 378 millas (608 kilómetros) sobre la Tierra.
Los dos grandes trozos de metal no maniobrables se acercaron a solo 20 metros uno del otro en un paso de alta velocidad que la compañía de rastreo satelital LeoLabs, con sede en Estados Unidos, describió como «demasiado cerca para la comodidad».
LeoLabs dijo que si los dos satélites se hubieran estrellado entre sí, los escombros resultantes habrían creado «un mayor riesgo de colisión en una gran parte de la órbita terrestre baja, pero especialmente en órbitas inferiores cercanas utilizadas por grandes constelaciones y vuelos espaciales tripulados». En otras palabras, la Estación Espacial Internacional y la estación espacial de China, así como constelaciones como los satélites Starlink de SpaceX, se habrían enfrentado a una amenaza real por los escombros resultantes.
Paul Byrne, profesor asociado de ciencias de la tierra, ambientales y planetarias en la Universidad de Washington en St. Louis, dijo en una publicación en las redes sociales: «Acabamos de tener suerte… Si hubieran colisionado, la cantidad de escombros en la órbita terrestre baja podría haber aumentado en un 50%. Instantáneamente». Eso significa hasta 7.500 nuevos fragmentos de basura espacial.
Sin embargo, según los cálculos de LeoLabs, la cifra solo habría sido tan alta si los dos objetos se hubieran estrellado directamente entre sí. Lo más probable, dijo, era que uno de los paneles solares del objeto hubiera recortado el cuerpo principal del otro objeto. «En ese caso, un objeto habría sido destruido y el otro habría sido dañado», creando hasta 2.500 piezas de escombros peligrosos que aún habrían causado problemas a otros satélites.
La NASA comentó que aunque los dos satélites no maniobrables se acercarán de nuevo, «este fue su paso más cercano en las determinaciones de órbita predichas actuales, ya que se están separando gradualmente en altitud».
El evento de casi colisión del miércoles es el último recordatorio del grave problema de la basura espacial en la órbita terrestre baja. Varias empresas están desarrollando formas de limpiar los escombros, que en su mayoría comprenden satélites inactivos, partes de cohetes gastadas y escombros de colisiones, pero el progreso ha sido lento.
La misión TIMED (abreviatura de Thermosphere Ionosphere Mesosphere Energetics and Dynamics) de la NASA se lanzó en 2001 y estudia la influencia del sol y de la actividad humana en la mesosfera y la termosfera/ionosfera inferior de la Tierra, mientras que el satélite de defensa ruso Cosmos 2221 se lanzó en 1992.