Un impresionante hallazgo realizaron un grupo de astrónomos de diversas nacionalidades, liderados por la Universidad de Chile. El descubrimiento aparecido este lunes 22 de septiembre en la revista Nature Astronomy revela el hallazgo del primer “Neptuno ultracaliente” de la historia de la astrofísica.
El objeto ubicado a 260 años luz de distancia de nuestro planeta alcanza temperaturas de 1,700 grados Celsius.
LTT 9779 b es el nombre de este exoplaneta encontrado en el llamado Desierto Neptuniano, un área en términos de radio y periodo donde raramente se encuentran mundos tipo Neptuno, pero que entregan una oportunidad única para estudiar las atmósferas planetarias.
El descubrimiento del candidato y posterior confirmación del objeto se logró usando dos instrumentos claves: el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS), a través del método de tránsito, es decir, cuando el planeta pasa frente a la estrella y realiza un pequeño eclipse que se traduce en una disminución de su brillo (en el año 2018) y la posterior confirmación a partir de velocidades radiales con el High Accuracy Radial-velocity Planet Searcher (HARPS), ubicado en el Observatorio La Silla de ESO en el Desierto de Atacama, en Chile.
“El descubrimiento de LTT 9779 b tan tempranamente en la misión TESS fue una completa sorpresa, una apuesta que dio resultado. La mayoría de los eventos de tránsito, con períodos menores a un día resultan ser falsos positivos, normalmente estrellas binarias eclipsantes de fondo”, explica James Jenkins, académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y primer autor del estudio.
La impresionante temperatura del objeto tiene una explicación “está muy cerca de su estrella, su período de traslación es de tan solo 19 horas, es decir, el año de LTT 97779 b dura menos que un día de la Tierra. Con semejante calor los elementos pesados pueden ser ionizados en la atmósfera y las moléculas disociadas, esto nos proporciona —a los astrónomos— un laboratorio único para estudiar la química de planetas fuera del sistema solar”, afirma Jenkins.
El descubrimiento
Según cuenta Matías Díaz, candidato a doctor en astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, e investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica CATA y segundo autor de la investigación, las observaciones a LTT 9779 b “se planearon con mucho cuidado, para maximizar el uso del espectrógrafo HARPS y de esta forma poder cubrir la órbita del candidato de una manera óptima. Durante las primeras noches de datos, vimos que las observaciones coincidían con lo predicho sobre el periodo del candidato”.
Para Andrés Jordán, director del Instituto Milenio de Astrofísica y uno de los investigadores del paper, el hallazgo tiene una gran valor.
”Tras conocer ya miles de exoplanetas, sabemos que hay algunos tipos que son intrínsecamente muy escasos. Unos de estos grupos de planetas raros son aquellos con tamaños entre Saturno y Neptuno y con períodos orbitales («años») menores a cuatro días. Estos sistemas son valiosos por lo difíciles que son de encontrar, y porque sus propiedades pueden ser importantes para entender mejor cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios», señala el astrónomo, quien también es profesor en la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile.
Jenkins concluye que “LTT 9779 b tiene una atmósfera con una masa equivalente a unas tres veces la masa de la Tierra. Sin embargo, al estar el planeta tan cerca de la estrella, la radiación de esta, debería haberla destruido rápidamente. La pregunta entonces es cómo el planeta pudo mantener su atmósfera por tanto tiempo. Trataremos de resolver este y otros misterios en los próximos años”.