La empresa de remoción de desechos orbitales Astroscale ha compartido una notable imagen capturada por el satélite Active Debris Removal by Astroscale-Japan (ADRAS-J).
Tomada desde una distancia de solo 50 metros, la imagen muestra una gran pieza de basura espacial: la etapa superior de un cohete gastado de unos 11 metros de largo que ha estado en órbita terrestre baja durante 15 años después de lanzar un satélite de observación de la Tierra para Japón en 2009. Astroscale ha descrito el enfoque controlado como el primero en el mundo.
La agencia espacial japonesa seleccionó a Astroscale, con sede en Tokio, para su programa de Demostración de Eliminación Comercial de Desechos (CRD2), y ADRAS-J forma parte de esta iniciativa. Estudiar de cerca un pedazo de basura espacial permite a Astroscale comprender completamente su condición y movimiento antes de retirarlo. Los datos recopilados permitirán a una futura misión realizar un acercamiento seguro, agarrarlo con brazos robóticos y llevarlo fuera de órbita, donde se quemará en la atmósfera de la Tierra.
Los desechos espaciales en órbita terrestre baja comprenden no sólo piezas viejas de cohetes, sino también satélites fuera de servicio y fragmentos resultantes de colisiones entre esas partes. La NASA dice que hay millones de piezas de basura espacial orbitando la Tierra a 18.000 mph, lo que representa un peligro para los satélites en funcionamiento que brindan servicios vitales, así como para los hábitats tripulados por humanos, como la Estación Espacial Internacional y la estación espacial de China.
Los esfuerzos internacionales han estado en marcha durante años para encontrar formas de eliminar de manera segura y eficiente los escombros, que según la NASA suman cerca de 6.000 toneladas.
La misión de Astroscale fue el primer intento de acercarse, caracterizar y estudiar de forma segura el estado de una gran pieza de basura espacial con el fin de evaluar su movimiento y condición. Los esfuerzos para maniobrar la nave espacial ADRAS-J hacia la chatarra comenzaron en febrero utilizando GPS y datos de observación terrestre. Para el 9 de abril, ADRAS-J había utilizado su cámara a bordo para detectar con éxito la basura, allanando el camino para la fase de aproximación de la misión de observación.
Cuando ADRAS-J se acercó a unas pocas millas de los escombros, el equipo desplegó una cámara infrarroja a bordo que utilizó algoritmos de navegación para una aproximación final segura. En mayo, ADRAS-J se acercó a unos 50 metros de la chatarra, hasta un punto desde el que pudo capturar imágenes detalladas, incluida la foto en la parte superior de esta página. ADRAS-J intentará ahora acercarse aún más a los escombros para capturar imágenes más detalladas.
«Se espera que las imágenes y los datos recopilados sean cruciales para comprender mejor los escombros y proporcionar información crítica para futuros esfuerzos de eliminación», dijo Astroscale.