Observaciones realizadas por el telescopio espacial Cheops de la Agencia Espacial Europea (ESA) han descubierto un exoplaneta que tiene un aspecto similar al de un balón de rugby.
Se trata de WASP-103b, considerado el primer exoplaneta ovalado que se descubre. De acuerdo con los investigadores, se encuentra en la constelación de Hércules y tiene ese aspecto porque ha sido deformado por las fuertes fuerzas de marea entre el planeta y su estrella anfitriona WASP-103, que es unos 200 grados más caliente y 1.7 veces mayor que el Sol.
“Es increíble que Cheops haya sido capaz de revelar esta diminuta deformación”, explica Jacques Laskar, uno de los autores de la investigación.
“Es la primera vez que se realiza un análisis de este tipo, y podemos esperar que la observación durante un intervalo de tiempo más largo refuerce esta observación y permita conocer mejor la estructura interna del planeta”.
La fuerza de las mareas
En la Tierra, las mareas en los océanos se deben principalmente a los leves tirones que ejerce la Luna sobre nuestro planeta al orbitarlo. El Sol también hace lo mismo, sin embargo, su gran distancia de la Tierra le impide ocasionar deformaciones importantes en la superficie terrestre.
Wasp-103b tiene casi el doble del tamaño de Júpiter y posee 1.5 veces más de masa. Además, orbita alrededor de su estrella anfitriona en menos de un día.
De acuerdo con los astrónomos, esta proximidad tan grande puede provocar mareas monumentales, las que deforman el exoplaneta y hacen que tenga esa forma alargada tan característica.
Ahora, los responsables de este hallazgo esperan seguir descubriendo aspectos relevantes sobre el singular exoplaneta. Para esto, pretenden aprovechar los datos que pueda recabar el telescopio espacial James Webb una vez que se encuentre operativo.