La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no está nada contenta con SpaceX, más bien todo lo contrario, está muy indignada porque la empresa espacial privada de Elon Musk está poniendo en riesgo a su país.
¿De qué manera se preguntarán? por la caída de escombros y la contaminación de los lanzamientos de cohetes en la frontera y en el estado de Tamaulipas, contiguo a la costa sur de Texas.

El gobierno de México estaba estudiando qué leyes internacionales se estaban violando para presentar «las demandas necesarias» porque «efectivamente hay contaminación», dijo Sheinbaum en su conferencia de prensa matutina del miércoles 25 de junio.
La semana pasada, un cohete Starship de SpaceX explotó durante una prueba terrestre de rutina en la sede Starbase.
Las autoridades mexicanas están llevando a cabo una «revisión exhaustiva» de los impactos ambientales de los lanzamientos de cohetes para el vecino estado de Tamaulipas, dijo Sheinbaum.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) aprobó un aumento en los lanzamientos anuales de cohetes Starship de cinco a 25 a principios de mayo, afirmando que el aumento de la frecuencia no afectaría negativamente al medio ambiente.
La decisión desestimó las objeciones de los grupos conservacionistas que habían advertido que la expansión podría poner en peligro a las tortugas marinas y las aves playeras.
No es la primera vez que Claudia Sheinbaum se enfrasca contra una compañía tecnológica de Estados Unidos, ya que había anunciado acciones legales contra Google por el cambio de Golfo de México a Golfo de América.