Cuando era joven, Kevin Mitnick desarrolló un ingenioso método para viajar gratis en autobús en Los Ángeles. Se dio cuenta de que los billetes tenían una forma particular en la que estaban agujereados y decidió imitarla: preparó sus propias tarjetas perforadas.
“A mi madre le parecía ingenioso, a mi padre le parecía una muestra de iniciativa y a los conductores de autobús, que sabían que yo picaba mis propios billetes de transbordo, les parecía una cosa muy graciosa”, señala en uno de sus libros autobiográficos Mitnick, considerado uno de los hackers más famosos de la historia.
Es posible que ese acto ingenuo haya marcado el inicio de una exitosa carrera burlando sistemas.
Más tarde, Mitnick, que nació el 6 de agosto de 1963 (hoy cumple años), se enfocó en la ingeniería social, práctica que le permitía obtener información de todo tipo de sistemas al manipular a los usuarios legítimos de esos sistemas, algo así como los ataques de phishing de la actualidad.
Así, en la década de los ochenta y los noventa, Mitnick se convirtió en uno de los cibercriminales más buscados por el FBI. Para esa época, el hacker ya había conseguido vulnerar la seguridad de más de 40 corporaciones solo para demostrar que era capaz de hacerlo.
En 1981 fue acusado de robar a Pacific Bell, donde obtuvo los manuales de Cosmos, que era una base de datos usada por muchas compañías telefónicas de Estados Unidos para controlar el registro de llamadas.
Posteriormente, también fue acusado de vulnerar el sistema de Microcorp Systems y de hackear al fabricante de computadoras Digital Equipment Corporation (DEC).
Para esa época, Mitnick ya figuraba dentro del radar del FBI, que logró capturarlo en 1995 luego de varios años de eludir a la justicia.
El hacker fue acusado de fraude informático y del robo de millones de dólares en software de importantes compañías tecnológicas. Sin embargo, un acuerdo adoptado por parte de su abogado y las autoridades redujo considerablemente su pena en prisión.
El periodo de su condena provocó un significativo cambio en el pirata informático quien, posteriormente, terminó por dedicarse a la consultoría informática.
Hoy, Mitnick alerta sobre los engaños por medio de ingeniería social o el pshishing, considerado uno de los delitos que más afecta a los usuarios en la actualidad.
También se ha dado tiempo para la creación y ha escrito cuatro libros; Un fantasma en el sistema es su obra más reconocida. También sirvió como inspiración para la película War Games de 1983.
Por supuesto, ha marcado a un número importante de jóvenes hackers que pretenden seguir sus pasos en el campo de los ciberdelitos y dejar en alto su preciado legado en este ámbito.
Recomendaciones del editor
- Advierten sobre el mayor hackeo de la historia: a más de mil millones de personas
- Así funcionaba Jerusalem, uno de los virus más famosos de la historia