Autoridades estadounidenses controlan la estadía de inmigrantes mediante una aplicación llamada SmartLink. Según The San Diego Union-Tribune, han sido más de 125,000 las personas –en su mayoría detenidas en la frontera con México– que han tenido que instalar dicha aplicación en sus teléfonos, comparado con las 5,000 de hace menos de tres años.
Con esta app, las autoridades pueden seguir los pasos de las personas que la instalaron, además de exigir que les envíen una selfie o que realicen o reciban una llamada cuando se les pidan. De esa manera, la herramienta garantiza que las personas sin papeles se presenten a sus audiencias correspondientes, que podrían derivar en su deportación.
Debido a que muchos servicios del gobierno se han gestionado a través de internet por la pandemia, el uso de la aplicación por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) aumentó en el último tiempo. Y siguió haciéndolo cuando el presidente Joe Biden le pidió al Departamento de Justicia que redujera el empleo de cárceles privadas.
Desde que comenzó la crisis sanitaria mundial, las autoridades redujeron la cantidad de inmigrantes detenidos y promovieron el uso de alternativas, como la aplicación mencionada.
En un comienzo, SmartLink fue vista como una alternativa menos pesada que las tobilleras electrónicas para los inmigrantes que son liberados tras ser detenidos. Pero según Julie Mao, subdirectora de la organización defensora de los derechos de los inmigrantes Just Futures, ahora es usada de manera más generalizada, pues incluye a inmigrantes sin antecedentes delictivos y que no han sido detenidos.
En el pasado, los inmigrantes solo tenían que contactarse de manera periódica con las autoridades; ahora, la mayoría lo hace, pero algunos no. En esos casos, los jueces de inmigración emiten órdenes de deportación y los agentes deben ubicar a estas personas y enviarlas de vuelta a su país.
Según las estadísticas de los tribunales, en el año fiscal de 2018, cerca de una cuarta parte de los fallos de los jueces de inmigración fueron órdenes de deportación de personas que no se habían presentado a sus citas.
Por otro lado, la cantidad de procesos pendientes en los tribunales de inmigración aumentó a 1.6 millones, y a veces los procesados deben esperar años para ver a un juez que determine si pueden permanecer en el país o no.
SmartLink es un producto de BI Inc., una subsidiaria de la empresa de cárceles privadas The GEO Group. Esta compañía, que administra centros de detención del ICE, dijo en un comunicado que “es una forma efectiva de rastrear a los no ciudadanos liberados” a la espera de que se resuelvan sus procesos.
Por otro lado, el gobierno ha dicho que SmartLink es una opción mucho más barata que la detención de una persona. El uso de la aplicación les cuesta alrededor de $4.36 dólares al día, comparado con los $140 diarios que representa una detención.
De acuerdo con Mackenzie Mackins, abogada de inmigración de Los Ángeles, la aplicación también mejora la situación de los inmigrantes que llevan tobilleras electrónicas, ya que estas irritan la piel y cada cierto tiempo generan un sonido fuerte. Entonces, la herramienta móvil es menos dolorosa y más discreta. Además, menciona que las tobilleras hacían que sus clientes sintieran que eran vistos como delincuentes.
Sin embargo, SmartLink, puede ser una carga pesada para los inmigrantes que temen que una falla tecnológica les impida contactar a las autoridades cuando les corresponde. Roseanne Flores, una asistente de abogado del estudio Hilf and Hilf en Troy (Míchigan), dijo que ha recibido llamadas de clientes asustados porque la aplicación no estaba funcionando, por lo que tuvieron que presentarse en persona ante los agentes de inmigración.
Asimismo, para los activistas que respaldan a los inmigrantes, el uso de la aplicación está mal de varias formas. Por un lado, dicen que obligarlos a usar SmartLink es injusto, ya que muchos pagaron fianzas y quedaron a la espera de que los tribunales de inmigración atiendan sus casos, además de que les quita privacidad y hace que sientan que no están libres.
Y por otro lado, les preocupa la posibilidad de que los agentes sigan los pasos de los inmigrantes a través de SmartLink mucho más de cerca de lo pensado, al igual que las aplicaciones comerciales, que rastrean la ubicación de las personas a través de sus teléfonos. Temen que el gobierno use la información recabada por la aplicación sobre el paradero y los contactos para detener a extranjeros sin papeles.
Aun así, la implementación de la aplicación al parecer no se detendrá. “Es asombroso que en un par de años el uso de esta aplicación haya aumentado tanto y que ahora se use mucho y en todos lados”, dice Jacinta González, directora de campaña sénior de la organización defensora de los derechos de los hispanos Mijente. “Hace que al gobierno le resulte mucho más fácil rastrear a mucha más gente”.