Dependiendo en qué lugar del planeta estés, el más grande de los SUV de Volkswagen llevará la etiqueta Teramont o Atlas. Como sea, se trata de un familiar de tres filas y siete plazas del segmento en el que compiten variedades tan masivas como Honda Pilot, Chevrolet Tahoe y Toyota Sequoia, entre otros.
El vehículo fabricado en la planta que la casa automotriz alemana tiene en Chattanooga (Tennessee) ha sabido conquistar al público. Solo en Estados Unidos, se ubica entre los 70 más vendidos, con alrededor de 140,000 unidades puestas en la calle desde el inicio de su comercialización, en mayo de 2017.
La prensa también ha reconocido sus bondades. La revista Parents, por ejemplo, lo ha incluido consecutivamente en su lista Los 10 Mejores Autos Familiares, gracias al espacio para las piernas, su capacidad de carga, su consumo promedio de gasolina (cuyo promedio se acerca a las 22 mpg o los 9.4 km/l) y su garantía, que se extiende por seis años o 72,000 millas (116,000 km).
No es difícil perderse entre la abultada gama, que ostenta 15 versiones, cuyos precios abarcan un rango igual de extenso de entre $30,895 y $48,395 dólares. La diferencia más sustancial radica en los motores: un pequeño turboalimentado de 2.0 litros con 235 hp y 258 lb-ft de torque y un V6 atmosférico de 3.0 litros, que ofrece 276 hp y 266 lb-ft como par máximo.
Justamente es la segunda alternativa la que equipa la edición V6 SE que revisamos a fondo en esta entrega de MotorTech. De sus atributos, podemos resaltar sus cuatro puertos USB, el control de temperatura de tres zonas y su sistema de sonido con una intuitiva pantalla táctil de 6.5 pulgadas.
Su interior le hace justicia al sello Volkswagen: buena calidad de los materiales, simple y preciso, con un gran techo panorámico. Sus dimensiones ofrecen espacio de sobra y un volumen máximo de 96.8 pies cúbicos (más de 2,700 litros) cuando la segunda y tercera hileras de butacas están reclinadas.