¿Qué tal si los fabricantes de autos pudieran almacenar la información de los miles de millones de kilómetros de conducción humana que se producen en el mundo cada día? Seguramente tendrían mejores bases para diseñar características de seguridad y movilidad más eficientes, especialmente en los autos sin conductor.
Esa parece ser la idea del Instituto de Investigación de Toyota, una filial de la automotriz japonesa, que anunció el lunes que está colaborando con el Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts para explorar la tecnología de cadena de bloques y distribución (blockchain y distributed ledger en inglés) en el desarrollo de sus vehículos de conducción autónoma.
La iniciativa busca que los usuarios, tanto particulares como comerciales, puedan compartir de forma segura información de conducción con la cual se crearía una gigantesca base de datos que serviría para realizar pruebas de vehículos autónomos, gestionar transacciones de viajes compartidos al estilo de Uber y establecer tarifas de seguros.
Según explicó el mismo Instituto de Investigación de Toyota, la tecnología de cadena de bloque envía información a través de una red de computadoras independientes, conocidas como una red de distribución, destinada a garantizar que la transacción sea segura y que los derechos de propiedad sobre los datos estén protegidos. La tecnología es relativamente nueva y fue usada en un principio para garantizar la transparencia en las transacciones de bitcoin, la moneda virtual.
Toyota cree que su uso reduciría el riesgo de fraude y los costos de transacciones, en el caso de los viajes compartidos que usan intermediarios.
“Se pueden necesitar cientos de miles de millones de datos de conducción humana para desarrollar vehículos autónomos seguros y confiables”, dijo en un comunicado Chris Ballinger, director de servicios de movilidad y financieros del Instituto de Investigación de Toyota.
La tecnología de cadena de bloques y distribución puede acelerar la compilación de esta superbase de datos en la que participarían propietarios de vehículos, administradores de flotas y fabricantes.
Los socios dispuestos a unirse a la iniciativa usarían software de código abierto para compartir la información. Toyota se está enfocando en tres áreas en las que los datos podrían marca una gran diferencia: la creación de un mercado donde se negocie de forma segura información de conducción entre fabricantes y usuarios, la creación de perfiles de autos y conductores para realizar transacciones seguras de viajes compartidos y el almacenamiento de todos los registros de movilidad de un vehículo para determinar tarifas de seguros.
“Estoy emocionada de que Toyota esté encabezando esta iniciativa que utiliza la tecnología de cadena de bloque para crear una plataforma abierta donde los usuarios puedan controlar sus datos de conducción”, dijo Neha Narula, directora de Digital Currency Initiative en el Media Lab del MIT. “Nuestra esperanza es que otras empresas interesadas de la industria se unan a este esfuerzo para que los vehículos autónomos seguros y confiables estén mas cerca de ser realidad”.