El camión eléctrico de Tesla ha atraído sobre sí mucha atención, sin mencionar los pedidos que ya ha recibido de grandes corporaciones. Y ahora le ha surgido un nuevo competidor con una plataforma grande y completamente eléctrica. El ET-One de Thor Trucks es el producto de una pequeña empresa emergente del área de Los Ángeles. Puede llevar el nombre del dios del trueno, pero ¿tiene Thor lo que se necesita para desafiar a la marca de vehículos eléctricos más importante de la actualidad?
De partida, el ET-One tiene un aspecto brutal, nada que ver con las elegantes líneas del camión de Tesla, aunque debería ofrecer un rendimiento similar. Thor promete un alcance de 300 millas y la capacidad de transportar hasta 80,000 libras, todo con un precio base de $150,000 dólares. Todas estas cifras coinciden con las estimaciones de Tesla para la versión de su camión. Pero Tesla también planea ofrecer una versión con 500 millas de alcance por $180,000. Ambos camiones entrarían en producción en 2019.
No está claro si Thor Trucks tratará de igualar el sprint de 5.0 segundos que el camión Tesla tarda en pasar de 0 a 60 (cosa que, por lo demás, no es muy relevante para los camioneros), o si incluirá una cantidad comparable de “golosinas” tecnológicas. Tesla ha dicho que su semirremolque traerá como equipamiento estándar muchas ayudas electrónicas para la conducción que ya son comunes en los automóviles de pasajeros, incluido el frenado de emergencia autónomo, la asistencia de mantenimiento de carril y la advertencia de colisión frontal.
Thor Trucks también se enfrenta a los mismos obstáculos que cualquier otra startup que intente fabricar vehículos. Tesla enfrenta desafíos significativos, ya que nunca antes había fabricado un camión comercial, pero Thor Trucks no ha fabricado nada antes. La fabricación de vehículos es una empresa compleja y costosa que ya ha dejado rotas y derrotadas a varias empresas.
Tesla y Thor Trucks no son las únicas compañías que buscan desarrollar camiones sin emisiones. Cummins presentó su propio prototipo de camión eléctrico a principios de este año, y Daimler ya está vendiendo su camión de reparto eléctrico Fuso eCanter. Toyota está probando un camión a hidrógeno en California, y Nikola Motors quiere también usar las mismas celdas de combustible para alimentar su propio camión de producción.
Ya sean baterías o pilas de combustible, los camiones comerciales con cero emisiones tienen mucho sentido. Los vehículos comerciales cubren —en promedio— mucho más kilometraje que un automóvil de pasajeros cada año, y generalmente con una economía de combustible mucho peor. Lo bueno es que la mayoría de los camiones comerciales son operados por flotas, que pueden comprarlos en lotes y configurar la infraestructura de carga y abastecimiento de combustible en sus depósitos. Es un proceso mucho menos caótico que atraer a consumidores individuales a comprar automóviles eléctricos.