Tesla dio a conocer su nuevo paquete de compensación esta semana, anunciando que no le pagará un salario a Musk durante los próximos 10 años, ni tampoco bonos o acciones, a menos que la compañía de automóviles eléctricos casi duplique su valor.
Pero antes de que pienses que esta decisión significa una notable reducción en los ingresos de Musk, vale la pena señalar que el multimillonario nunca ha querido recibir un salario desde que estuvo con la compañía.
De hecho, Musk, quien tiene una fortuna estimada de $21.5 billones de dólares ($21,500 millones de dólares), y que se desempeñó como presidente de Tesla desde el 2004 y como CEO desde el 2008, una vez más rechazará su cheque anual de $56,000 dólares, que es el salario mínimo de California. Aunque anteriormente esta fue su decisión, ahora viene por parte de la compañía, quien ratificó que Musk no será remunerado en forma salarial desde el 2018 y durante la década posterior.
Sin embargo, según Fortune, bajo el nuevo plan de pago Musk podría llegar a ser mucho, mucho más rico, al igual que los accionistas de la compañía. También es potencialmente bueno para los empleados, todos los cuales reciben parte de la equidad en la empresa y, por lo tanto, están personalmente comprometidos con su éxito.
El nuevo paquete de compensación del CEO de Tesla depende de la capacidad de Musk de transformar al fabricante de automóviles en una de las compañías más valiosas del mundo, produciendo aumentos a largo plazo en el valor de mercado y los ingresos y ganancias.
El plan está sujeto a la aprobación de los accionistas, pero si llega a ser una realidad, ellos no tienen mucho que perder, porque el riesgo principal será asumido por Musk. En otras palabras, si Musk cumple sus objetivos, Tesla podría convertirse en una de las compañías más exitosas de la historia; y si es que no los logra, la empresa ahorra dinero al no pagarle. Pero para una empresa cuya identidad está indeleblemente ligada a la de su CEO, esto equivale a una gran apuesta para su futuro.
