En lugar de un salón del automóvil, Kia eligió un desfile de alta costura para ofrecer a modo de primicia su nuevo SUV de tres filas y ocho pasajeros. Cuatro meses antes de su debut oficial en el Auto Show de Detroit, el Telluride 2020 apareció en la pasarela del diseñador Brandon Maxwell durante la Semana de la Moda de Nueva York.
El modelo de tamaño completo es la propuesta de la surcoreana para el segmento en el que compiten Chevrolet Tahoe, Ford Expedition, Nissan Armada y Toyota Sequoia. La marca lo había intentado anteriormente con el Borrego –conocido en otras latitudes como Mohave-, que se lanzó en Estados Unidos en 2009. Sin embargo, pocos compradores en medio de la crisis financiera buscaban un vehículo grande y no muy eficiente en términos de consumo de gasolina, por lo que terminó siendo un fracaso en ventas.
Pero los tiempos han cambiado y la demanda por SUV no cede, por lo que cobra un nuevo sentido el lanzamiento de un ejemplar como este, cuya plataforma probablemente sea compartida para el desarrollo de uno similar por parte de su empresa matriz, Hyundai.
El aspecto del Telluride develado en Nueva York no ha cambiado mucho respecto del conceptual visto por primera vez en el Auto Show de Detroit 2016. Aparte de algunas modificaciones menores, como los detalles de los faros, el panel frontal y la parrilla, la forma general es más o menos la misma. Eso sí, Kia eliminó esa infernal puerta trasera que se abría en sentido distinto a la delantera y la colosal pantalla de infoentretenimiento, un par de decisiones esperables dado que el prototipo entra a producción.
Para su debut en la Semana de la Moda, el fabricante asiático proveyó al Telluride con algunos elementos más extremos: placa protectora delantera, cabrestante, tubo de respiración, luces adicionales y un portaequipajes con acceso por escalera. El SUV se desplaza sobre llantas de aleación de color negro, envueltas en neumáticos todoterreno 265/50R-20. Por mucho que luzcan atractivos, es muy poco probable que aparezcan en la lista de opciones una vez que salga al mercado.
Cuando esté a la venta a principios de 2019, el familiar usará un motor V6, en lugar de un V8, como lo hizo el viejo Borrego. Además, será construido en la planta de West Point, Georgia, la misma que ensambla el Sorento, que hasta ese momento será el más grande de la gama que Kia comercialice en Estados Unidos.
La marca eligió la Semana de la Moda de Nueva York para esta primera presentación como parte de una alianza permanente con el diseñador de modas Brandon Maxwell. En conjunto, donarán dinero al sistema escolar público de Marfa, Texas, donde el modisto elaboró su colección primavera/verano 2019.
«Me siento honrado de colaborar con Kia Motors, que no solo financia las compras de tecnología y los programas educativos para brindarles a los niños de Marfa la educación de calidad que se merecen, sino que también proporciona un vehículo para el uso de maestros locales”, manifestó el diseñador.