Al agregar un grado de complejidad, el aumento de la conectividad inevitablemente ha hecho que los automóviles sean más costosos. El grupo Jaguar Land Rover está probando una intrigante característica, que promete a los conductores recuperen al menos parte su inversión, al permitir que su automóvil registre datos relevantes y los envíe de vuelta al fabricante o bien a compañías externas. Es parte de un esfuerzo por extraer la mayor cantidad de datos de la calle en tiempo real como sea posible.
Aún en su fase piloto, la tecnología Smart Wallet (que podríamos traducir al español como “monedero inteligente”) de la filial del conglomerado indio Tata Motors apunta a combatir la ansiedad por la privacidad, recompensando a los propietarios que permitan que sus autos detecten atascos de tráfico, condiciones climáticas adversas e incluso baches en el terreno. La firma está utilizando su F-Pace y el Range Rover Velar,ambos fabricados por la empresa hermana Land Rover, para probar la tecnología en los alrededores de su centro de ingeniería de software en Shannon, Irlanda.
Jaguar publicó un breve video para demostrar cómo funciona la tecnología. A pesar de ser tremendamente mezquino en entregar detalles, el registro sugiere que la cámara delantera del automóvil se desplace fuera de la carretera para detectar cuándo el tráfico está parado, cuando el piso está helado o húmedo, y cuando hay un agujero en el asfalto. ¿Cómo lo hace? Nosotros nos hicimos la misma pregunta, por supuesto. Contactada por Digital Trends, Jaguar explicó que no puede revelar todavía el hardware que está utilizando, porque la tecnología aún es parte de un proyecto de investigación. Lo que sí sabemos es que el automóvil envía una alerta si detecta algo anormal.
La información de tráfico se manda a los proveedores de navegación y se utiliza para proporcionar rutas alternativas más precisas. Las advertencias de baches se transmiten a las autoridades locales, aunque no es tan descabellado imaginar que otros automovilistas también podrían recibir una alerta antes de dañar una rueda al caerse un agujero del tamaño de un balón de fútbol. Otras compañías, entre ellas Volvo y Mercedes-Benz, ya equipan a algunos de sus automóviles con tecnología de comunicación vehículo-a-vehículo, que les permite a los automóviles advertirse entre sí cuando detectan peligros como la presencia de hielo en el piso. Agregar baches a la lista de problemas sobre los cuales los autos puedan “conversar” llevaría la característica al siguiente nivel.
La sensación de ser un buen samaritano no es suficiente para la mayoría de los conductores, por lo que los conductores obtendrán una recompensa en criptomonedas al informar sobre las condiciones de la carretera. Jaguar no ha especificado si está trabajando con Bitcoin o algo que se le parezca. En cualquier caso, los conductores pueden usar el dinero digital almacenado en el tablero de su automóvil para pagar los peajes o el estacionamiento, para cargar su automóvil eléctrico e incluso para comprar un café en los comercios asociados.
«No hay un límite teórico para la cantidad que los conductores puedan ganar, pero dependería del tipo de escenarios de conducción a los que esté expuesto el vehículo y de los servicios que el usuario optó por usar», dijo un portavoz de Jaguar a Digital Trends. Añadió que «los datos serían anónimos en la medida de lo posible y las transmisiones mínimas, limitadas a cuando sea necesario». En definitiva, es algo similar a lo que ya hacen con éxito como Google Maps o Waze, claro que con la aplicación propia de la marca y con recompensa efectiva de por medio.
También podrán ser usuarios de Smart Wallet quienes vivan en un área sin peajes, atascos y con carreteras perfectamente pavimentadas. Jaguar señaló que los conductores pueden recargar su cuenta utilizando cualquier método de pago convencional. La compañía se negó a decir cuándo o si la característica alcanzará la producción. A partir de 2019, ya permite que los propietarios de modelos compatibles paguen el combustible utilizando la pantalla táctil integrada en el tablero de mandos de su automóvil, claro que solo si se cargan en las estaciones de servicios Shell asociadas.