El EQC es un excelente auto eléctrico.
Lo bueno
- Excelente rendimiento
- Se siente lujoso
- Experiencia lujosa al volante
- Buena administración de energía
- Buena conducción con un solo pedal
Lo malo
- No es ágil en las curvas
- El país no está listo para este nivel de conectividad
No es muy frecuente que un fabricante invente un mercado completamente nuevo a partir de cero. Eso fue lo que hizo Tesla en 2012 cuando introdujo el Model S. A las principales marcas de lujo les ha costado bastante tiempo ponerse al día, pero lo están consiguiendo. Un ejemplo de ello es la nueva EQC 2020, la SUV completamente eléctrica que se integra a la familia de Mercedes-Benz.
Digital Trends estuvo en Noruega probando la EQC 400 4Matic, que es la única versión actualmente en el catálogo. La firma alemana aún no ha anunciado el precio ni tampoco su disponibilidad para el mercado estadounidense, pero esperamos ver la SUV en los próximos 12 meses. Cuando llegue ese momento, será rival de las más compactas Jaguar I-Pace y Audi e-tron, aunque en el futuro se sumarán al segmento iX3 de BMW y Tesla Model Y.
Diseño interior y exterior
A la distancia, la Mercedes-Benz EQC 2020 se parece mucho a una GLC. No por nada comparten la distancia entre ejes y varias señales de diseño exterior. Hay, por supuesto, diferencias clave. La eléctrica tiene en la parte delantera una rejilla cerrada flanqueada por faros LED en azul, que es el color «verde» en Europa.
También exhibe pronunciados estriberos (pisaderas), que se originaron como elementos de estilo, pero que quedaron como partes estructurales, luego de que el equipo encargado de su desarrollo concluyera que desviaban el aire hacia las áreas cercanas a las ruedas, mejorando el perfil aerodinámico.
En el interior, la EQC es 100 por ciento Mercedes-Benz. Entre otros, ostenta asientos bitono (blanco sobre negro) con detalles metalizados. Una franja de iluminación ambiental (azul, por supuesto) le da al tablero un toque futurista. Esto se complementa con el tablero y la puerta inspirados en las aletas disipadoras de calor.
Mercedes-Benz aún no ha publicado especificaciones como el volumen de carga para la EQC destinada a Estados Unidos. Lo más probable es que aparezcan a finales de 2019, a medida de que se acerque su lanzamiento.
Características tecnológicas
La aparición de la familiar se ha programado perfectamente para coincidir con el lanzamiento de la Experiencia de Usuario de Mercedes-Benz (MBUX), un sistema ya ha comenzado a aparecer en modelos de producción como Clase A y GLE, pero aún no se ha expandido a la línea completa de la compañía.
MBUX es sinónimo reconocimiento de gestos con inteligencia artificial, que puede discriminar entre las órdenes del conductor o el pasajero, detectar movimiento cerca de la pantalla central (y usarla para activar ciertos menús) y permitir que los ocupantes realicen ciertas acciones, como encender la luz interior, sin manipular físicamente un control.
La suite también responde lenguaje convencional con la frase de activación «Hey, Mercedes». Ello permite a los usuarios activar el infoentretenimiento, buscar funciones o configuraciones del vehículo, entre otras opciones.
La EQC viene de serie con un grupo de instrumentos digitales y una pantalla táctil central, ambos de 10.25 pulgadas. El primero es personalizable, con la capacidad de seleccionar entre un puñado de vistas. En vez de tacómetro, hay un muy útil medidor de consumo de energía. Otra pantalla muestra la carga y la regeneración. El navegador y el rango de autonomía completan las opciones.
La integración con el sistema de navegación es muy eficiente. Mercedes-Benz hizo grandes esfuerzos para asegurarse de que los propietarios manejaran la ansiedad del rango de manera proactiva. De esa manera, el vehículo planea la mejor ruta, indica exactamente cuánto tiempo necesita cargar en cada estación y preacondiciona la batería para tal esfuerzo.
Una aplicación complementaria para teléfonos inteligentes permite monitorear la interfaz de la EQ de forma remota.
Una aplicación complementaria para teléfonos inteligentes permite monitorear la interfaz de la EQ de forma remota, para observar cómo va la carga durante una detención por comida o un café. También ofrece muchas de las características típicas de las aplicaciones automotrices, como bloqueo remoto y las notificaciones de estado, entre ellas el mantenimiento.
Mercedes-Benz también incorpora una suite llamada Eco Assist, que ayuda a los propietarios a monitorear y alterar su comportamiento detrás del volante para ser más eficientes. Se integra con el sistema de navegación, entregando información como cambios en los límites de velocidad, para así ajustar de forma proactiva el estilos de conducción.
Dado que es un producto nuevo, la EQC también obtiene varias características de seguridad y semiautónomía, como luces altas adaptativas, monitoreo del límite de velocidad, asistencia activa de frenado y la mitigación de colisiones de serie. Un paquete de asistencia agrega control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril y protección de puntos ciegos.
Impresiones conductivas
La EQC tiene una impresionante hoja de especificaciones. En el centro, aloja un paquete de baterías de iones de litio de 80 kilovatios-hora y, aunque Mercedes-Benz aún no ha presentado el modelo para la certificación ante la EPA, su rango debería de bordear las 250 millas (402 kilómetros).
La EQC tiene una impresionante hoja de especificaciones.
Sus dos motores, uno sobre cada eje, ofrecen una potencia total de 402 caballos de fuerza y 561 libras-pie (761 Nm) de torque, así como una velocidad máxima de 112 mph (180 kph). Mercedes-Benz dice que la EQC acelerará de cero a 60 mph (97 kph) en solo 4.8 segundos.
Las levas detrás del volante permiten al conductor ajustar la agresividad del modo de regeneración de la EQC. En su configuración más modesta, se siente como si soltara el acelerador en un automóvil convencional a gasolina. En su forma más agresiva, basta con soltar el pedal para detener completamente el vehículo.
En el mundo de los vehículos eléctricos, esto se conoce como manejo a un pedal (“one-pedal driving”). Afortunadamente, no se necesita mucho tiempo para aclimatarse a este nuevo estilo de desaceleración. A poco andar, se adopta como algo natural.
En caminos sinuosos, eso sí, no se comportó especialmente ágil. Sabemos, en defensa de la EQC, que son contados los vehículos de su tamaño y su nivel de lujo que pueden hacerlo bien curvando a velocidades algo más altas de lo apropiado. Después de todo, tampoco pertenece a la raza AMG.