La Mazda CX-3 sacrifica espacio para brindar una buena experiencia de manejo.
Lo bueno
- Bien esculpida
- Supremamente deportiva
- Buen ahorro de combustible
Lo malo
- Paseo poco suave
- Cabina ruidosa
Puntaje
6/10
Las SUV compactas son combinaciones entre un automóvil y un familiar de tamaño regular. Combinar ambos mundos puede parecer una buena idea, pero rara vez se ve algo relativamente decente en el mundo real. Por suerte, la CX-3 2019 de Mazda no tiene este problema.
Con su tamaño compacto, el modelo es esencialmente una versión un poco más alta y más ancha del sedán Mazda3 de última generación. Además de ser un poco más grande, ofrece tracción total. La CX-3 no está innovando: solo compite contra la Hyundai Kona, Kia Niro, Honda HR-V y Nissan Kicks.
Al igual que otros coches Mazda, la CX-3 está disponible en modelos Sport, Touring y Grand Touring.
Con tracción delantera, comienza en $21,435 dólares, incluido el cargo de destino. La tracción total (AWD) está disponible en todos los niveles por $1,400 dólares. Nuestro vehículo de prueba fue una Grand Touring con AWD. Con los ajustes visuales y detalles como un espejo retrovisor con atenuación automática, volante con calefacción, asiento del conductor con ajuste eléctrico de seis posiciones y reconocimiento de señales de tráfico, tenía un valor de $29,695 dólares.
Diseño interior y exterior
La CX-3 comparte muchas de sus líneas fluidas con el Mazda3, otra forma de decir que es atractiva. El esquema de pintura de cristal rojo alma puede costar $595 dólares adicionales, pero es espléndido. Nos gusta cómo contrasta con el revestimiento de cuerpo negro. En las imágenes, la CX-3 parece un vehículo más grande de lo que realmente es.
No hay sorpresas con el interior. La cabina simplista pero elegante y refinada es una bocanada de aire fresco a medida que los rivales avanzan hacia diseños más abarrotados. Todo está claramente etiquetado y posicionado donde esperas encontrarlo. Los asientos deportivos tapizados en cuero son estándar en los dos modelos superiores y realmente mejoran la sensación de lujo de la CX-3. Los orificios de ventilación circulares y el tablero de instrumentos de gamuza sintética son un buen toque.
La CX-3 comparte muchas de sus líneas fluidas con el Mazda3.
Si bien el ajuste y el acabado son excelentes, y la calidad del material está muy por encima de lo que cabría esperar en un vehículo de este precio, la CX-3 se siente claustrofóbica. Su línea de techo afecta severamente del espacio total destinado a los pasajeros. El problema no está tan mal en el frente, pero los asientos traseros ofrecen solo 37.2 pulgadas de altura y 35 pulgadas para las piernas (94.4 y 88.9 centímetros). En otras palabras, una persona de estatura media frotará sus rodillas contra el asiento delantero.
El problema más notorio es su tronco. El volumen general es de 87.6 pies cúbicos (2,480 litros), muy por detrás de la Honda HR-V (110.1 pies cúbicos o 3,117 litros) y la Hyundai Kona (94.1 pies cúbicos o 2664.615). Los 12.4 pies cúbicos de carga detrás de los asientos traseros (351 litros) también son menores que los de la HR-V (23.2 pies cúbicos o 656.9 litros) y la Kona (19.2 pies cúbicos o 543.6 litros).
Características tecnológicas
La tecnología es uno de sus puntos fuertes, aunque no ofrece un conjunto completo de características de seguridad como la C-HR de Toyota. El ajuste básico viene con la cámara de visión trasera obligatoria, monitoreo de puntos ciegos con alerta de tráfico cruzado trasero y el sistema de soporte de frenos Smart City. Las características opcionales son advertencia de cambio de carril, soporte avanzado de Smarty City Brake con detección de peatones, pantalla de visualización y control de crucero adaptable con detención y partida. Todas estas funciones vienen de fábrica en los niveles superiores.
La pantalla de visualización frontal proporciona una cantidad abrumadora de información.
La joya de la CX-3 es la facilidad de uso de la tecnología. Cada CX-3 viene con una pantalla táctil de 7.0 pulgadas en la parte superior del tablero. Mazda coloca los controles para el sistema de infoentretenimiento directamente detrás de la perilla de cambios, al alcance de tu mano. Las funciones de música, inicio y navegación cuentan con botones, mientras que podrás desplazarte por los menús con un disco giratorio. Sin embargo, no incorpora Apple CarPlay ni Android Auto, que sí están en sus competidores.
Si bien el panel táctil de 7.0 pulgadas es de buen tamaño, la pantalla de visualización frontal proporciona una cantidad abrumadora de información: velocidad del automóvil, advertencias de salida de carril, configuración del control de crucero, orientación paso a paso y advertencias de monitoreo de puntos ciegos. Resulta difícil entender todos los símbolos.
El sistema de advertencia de salida de carril de Mazda merece una mención aparte. En lugar de emitir una alerta audible o enviar vibraciones al volante, el software genera un sonido similar al de un alienígena. Es horrible al principio, pero es útil cuando te acostumbras.
Impresiones conductivas
La gama comparte un único motor: un cuatro cilindros 2.0 litros que genera 148 caballos de fuerza y 146 libras/pie de torque (197.9 Nm). La tracción delantera (FWD) es estándar, mientras que la total está disponible a un costo adicional. En todos los casos, contarás con una transmisión automática de seis velocidades.
La CX-3 se parece más a un automóvil que a una SUV en las curvas. En lugar de ofrecer un sistema que te permita ajustar el sistema AWD según el terreno o el clima, Mazda colocó un botón Sport. Eso es una prueba de que la CX-3 es placentera cuando la carretera se pone sinuosa.
Desafortunadamente, no es cómoda en el uso diario, ya que la cabina se hace estruendosa en autopistas y el ruido del motor no ayuda a calmar tus tímpanos. La suspensión rígida da lugar a un viaje discordante en el pavimento rugoso.
El Skyactiv de Mazda permite que la CX-3 sea una de las SUV compactas más eficientes del mercado. Si escoges la tracción delantera, alcanzarás 29 millas por galón en ciudad y 34 mpg en carretera (12.3 y 14.4 kpl), según la EPA. Para el modelo de tracción total, esos números caen ligeramente a 27 mpg en ciudad y 32 mpg en carretera (11.4 y 13.6 kpl).
Las cifras mencionadas colocan a la CX-3 sobre la mayoría de sus rivales: la Kona de Hyundai obtiene 27 y 33 mpg (11.4 y 14.0 kpl), mientras que la HR-V devuelve 28 y 34 mpg (11.9 y 14.4 kpl).