Los primeros proyectos de vehículos voladores consistieron —casi siempre— en pegar un par de alas a un carro normal, ponerle gasolina, echarlo a correr y esperar lo mejor, como lo demuestra este modelo hecho por un ciudadano ruso hace algunos años.
Ahora, distintas startups, algunos fabricantes de automóviles y de aviones están invirtiendo dinero en una serie de proyectos ambiciosos, todos dirigidos a crear un automóvil volador “viable”, el cual podría —de seguro— transformar completamente la forma en la cual nos movilizamos a través de la ciudad.
Siguiendo los pasos de Uber y Airbus, así como otros equipos menos conocidos como AeroMobil, Terrafugia, PAL-V y SkyRunner, el gigante automovilístico Toyota acaba de demostrar que también le gusta la idea de un auto que pueda llevarte volando a la oficina.
La compañía japonesa recientemente proporcionó unos fondos de 40 millones de yenes (unos $350,000 dólares) a Cartivator, un grupo local de voluntarios entusiastas —algunos de ellos empleados de Toyota—, los cuales se han pasado los últimos años desarrollando un auto volador.
«Ya nos habíamos acercado a Toyota con anterioridad, por lo que estamos ahora muy contentos de que finalmente lo hayamos conseguido», dijo a Digital Trends Ryuntaro Mori, de Cartivator, agregando que el dinero del fabricante japonés se destinará principalmente a la compra de piezas y componentes para su vehículo volador de tres ruedas, llamado Skydrive.
Se espera que la versión final mida aproximadamente 9.5 por 4.3 pies (2.9 por 1.3 metros) y pueda llevar de a un pasajero a la vez. Mori lo describe como «el carro volador más pequeño del mundo, el cual permitirá a las personas a despegar, volar y aterrizar en cualquier lugar», todo gracias a un equipo de 30 personas que planea llevar a cabo el primer vuelo de prueba tripulado durante el próximo año.
El vehículo tendrá un despegue y un aterrizaje vertical, utilizando para esto la tecnología usada por los aviones no tripulados (drones), y alcanzará una velocidad máxima de vuelo (proyectada) de 62 mph. Se espera que pueda volar a unos 10 metros de altura sobre el nivel del suelo.
Hasta ahora, Cartivator ha hecho crowdfunding para impulsar su proyecto, pero el interés de Toyota es un gran espaldarazo para el equipo, ya que busca poder comercializar un carro volador dentro de los próximos tres años. ¿La meta? Usarlo para encender la llama olímpica en la apertura de los Juegos de Tokio en 2020.
Por el momento, aquella hazaña todavía se ve algo lejana… En un reciente video de Associated Press, podemos ver el progreso que ha tenido el Skydrive. En un vuelo de prueba esta pasado sábado (video que encabeza este artículo), un prototipo inicial se elevo por poco más de un metro antes de estrellarse contra el suelo. No era exactamente un carro, sino un bastidor del tamaño de un automóvil con muchas baterías y sensores.
Pero no hay que preocuparse. Toyota y Cartivator todavía tienen dos años para tener listo un automóvil que pueda volar, por lo que —de momento— pueden estar orgullosos con los primeros “aleteos” dados por este bebé.