Maryland es parte de la historia de Estados Unidos. El primer ferrocarril del país se inauguró en el estado del noreste, al igual que la estación de televisión pionera. Ahora, sigue escribiéndola con la primera gasolinera del territorio en abandonar el petróleo para adoptar la electricidad.
Se trata de RS Automotive, ubicada en el suburbio de Takoma Park, al norte de Washington DC, que abrió sus puertas como una estación de servicio local en 1958.
Quien funge como su propietario desde 1997, Depeswar Doley, aseguró que ya no estaba contento con la forma en que las compañías petroleras estructuran los contratos y eso fue lo que lo motivó a explorar esta revolucionaria opción.
Según su versión las empresas de hidrocarburos pueden limitar el uso de múltiples proveedores, incluyen cláusulas que extienden el vínculo cuando no se cumple un determinado volumen de ventas y limitan el soporte de mantenimiento.
Una alta autoridad de la ciudad de Takoma Park fue quien le sugirió por primera vez a Doley una conversación con el Instituto de Vehículos Eléctricos (EVI), que le ayudó —en conjunto con la Administración de Energía de Maryland— a obtener una subvención de $786,000 dólares para convertir su gasolinera en electrolinera.
Solo en dicho estado, hay más de 20,700 vehículos eléctricos registrados. Entre ellos, se cuentan los carros de un servicio de taxi eléctrico que también necesita más cargadores para hacer más eficiente su negocio.
El CEO del EVI, Matthew Wade, dijo que el sector ha tenido problemas con el suministro de estaciones de carga, pues su número no satisface la demanda. De hecho, Takoma Park solo tenía dos cargadores: uno en el estacionamiento de un centro comunitario y el otro en una calle.
“Al principio, la gente estaba feliz, pero luego advirtieron que nadie más los podía usar debido a que los taxis los ocupaban todo el tiempo. Estaban ocupados todo el día, sin parar. La gente hacía fila”, contó Wade, confiado en que la exgasolinera ayudará a aliviar el problema.
La estación contará con cuatro dispensadores conectados a un sistema de alta potencia de 200 kilovatios (kW). El sistema permitirá que cuatro vehículos se carguen simultáneamente y reciban el 80 por ciento de la energía en un lapso de entre 20 y 30 minutos. Los conductores pueden entrar y sentarse en una tienda de conveniencia automatizada con pantallas que les permiten seguir el progreso de carga de sus coches.
«Dado que no hay demasiados vehículos eléctricos todavía, no es algo con lo cual hacerse rico de la noche a la mañana, pero es una buena causa y muy buena para el medio ambiente», reconoció el dueño de la ahora electrolinera RS Automotive.