Después de años de especulaciones, bromas, rumores y —sobre todo— después de un paréntesis de 20 años, la nueva generación del Serie 8 de BMW ya está aquí. En su lanzamiento, estará disponible en formato M850i xDrive con un V8 doble turbo, una caja automática de ocho velocidades y tracción total, todo a un precio de $111,900 dólares, más una tarifa de destino de $995.
Tal como lo habíamos anticipado, el diseño no ha cambiado mucho con respecto al BMW Concept 8, el cual estaba ya listo para entrar en producción y que debutó en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este de 2017, y esa es una muy buena noticia. A primera vista, uno podría incluso argumentar que parece un Gran Serie 6. Somos fanáticos de los cupés
grandes y lujosos, a menudo cargados de tecnología y de rendimiento. Y sí: el último Serie 8 no es diferente.
El nuevo cupé Serie 8 sin duda se inspira en el diseño de la cuña del modelo E31 original, y se lanzará inicialmente como “coupé”, con un “Gran Coupé” convertible y de cuatro puertas llegando más adelante. Siendo el modelo más nuevo de BMW, planta cara a competidores como el Mercedes-Benz Clase S Coupé y el Lexus LC 500.
La última vez que BMW produjo un Serie 8 fue la primera generación E31, desde 1989 a 1999, un automóvil que estaba muy adelantado a su tiempo. Fue una maravilla tecnológica increíble. Por ejemplo, fue el primer automóvil que tuvo un acelerador controlado electrónicamente, tanto para sus motores V12 como V8. Fue además el primer automóvil que usó una red informática, permitiendo varios módulos de control para habilitar todas las funciones de conveniencia. También fue el primero en contar con tracción electrónica y control de estabilidad, y ventanas que bajan automáticamente al abrir las puertas y se cierran automáticamente a más de 140 mph. Era una tecnología en su punto culminante, y eso es exactamente lo que han vuelto a hacer los ingenieros de BMW.
Por ejemplo, utilizaron ampliamente plásticos reforzados con fibra de carbono (CFRP), como parte de la iniciativa EfficientLightweight de BMW, para garantizar que el carro permanezca relativamente liviano, todo en aras de un mejor rendimiento y ahorro de combustible. Hay respiraderos aerodinámicos activos debajo de la suave lámina de metal que mejora la dinámica a gran velocidad. El nuevo Serie 8 también gana una configuración de faros de matriz LED con la tecnología LaserLight de BMW.
En el interior, el Serie 8 presenta la última tecnología para automóviles de BMW, con una pantalla de visualización frontal estándar, la última versión de los servicios digitales de BMW Connected que puede funcionar en conjunto con los teléfonos inteligentes Apple y Android, compatible con dispositivos Google Home y Alexa, y más. El Serie 8 estrena también el nuevo llavero digital de BMW, que utiliza Near Field Communication (o NFC), en sustitución de la llave convencional de los automóviles. Esto da a los conductores la posibilidad de controlar las cerraduras y el encendido del carro con un teléfono inteligente, siempre que esté emparejado y configurado para funcionar con la aplicación Connected de BMW. Y gracias a la conectividad inalámbrica, el Serie 8 se mantendrá actualizado automáticamente con el último software.
En cuanto ayudas al conductor (y resumiendo), el Serie 8 viene con todo, gracias al conjunto de Driving Assistant Professional. Incorpora todas las prestaciones que esperarías en términos de seguridad activa y pasiva, incluido el Asistente de mantenimiento de carril con protección activa de colisión lateral, Advertencia de cambio de carril y Advertencia de tráfico cruzado con frenado automático.
El último Serie 8 se lanza inicialmente con un V8 4.4 litros TwinPower turbo, con inyección directa, control de válvula variable VALVETRONIC y sincronización de árbol de levas. Se deriva del mismo motor V8 de 4.4 litros y doble turbo al que nos hemos acostumbrado en los modelos Serie 5, 6 y 7 con motor V8, y también se puede encontrar en los crossovers X5 y X6. Eso sí, ha sido actualizado significativamente por la firma de ajuste interno de BMW, BMW M Performance, para un mejor rendimiento, refinamiento y una entrega de potencia más suave. Tanto la gestión del motor como el sistema de encendido se revisaron para reforzar las otras varias actualizaciones. El resultado son 523 caballos de fuerza y 553 libras-pie de torque, y un sprint de 0 a 60 de 3.6 segundos. Si no levantas el pie del acelerador y tienes por delante una autopista sin curvas, alcanzarás una velocidad máxima (limitada electrónicamente) de 155 mph.
Ah: y está acoplado a una automática Steptronic Sport de ocho velocidades de ZF, que alimenta las cuatro ruedas a través de un sistema xDrive con tracción total.
Tanto la suspensión Adaptive M de BMW como los sistemas de dirección activa integral son estándar. Este último incluye una dirección delantera controlada electro-mecánicamente con un sistema de relación de dirección variable para el eje trasero, lo que permite —esencialmente— la dirección en las cuatro ruedas. Esto permite que las ruedas traseras ajusten activamente su ángulo en 2.5 grados para mejorar el manejo y la maniobrabilidad a velocidades de hasta 45 mph.
En definitiva: un momento emocionante para los creadores de la «máquina de conducción definitiva», particularmente porque los fanáticos del Serie 8 original han esperado durante mucho tiempo al sucesor de uno de los vehículos más icónicos del fabricante de Baviera. BMW dice que el nuevo Serie 8 comenzará a llegar oficialmente a las salas de exposición locales en algún momento del otoño de este año.