Dos años antes de que el primer Tesla Model S saliera de la línea de ensamblaje, el Nissan Leaf se convirtió en el primer automóvil moderno totalmente eléctrico que se producía y se vendía en grandes cantidades. De hecho, el Leaf de primera generación se convirtió en el auto eléctrico más vendido en la historia. Pero después de más de seis años s la venta, era ya necesaria una renovación.
El Nissan Leaf 2018 de segunda generación comienza exactamente donde lo dejó su predecesor, con la diferencia que ahora se enfrenta a una competencia mucho más dura. El Chevrolet Bolt EV y el Tesla Model 3 han demostrado que los autos eléctricos de largo alcance pueden ser asequibles, y otros fabricantes ya tienen sus propios modelos eléctricos de gran consumo esperando su momento. En este escenario, ¿puede el Leaf volver a ser un vehículo relevante?
El Leaf 2018 continúa en la misma plataforma básica que el modelo de la generación anterior, pero prácticamente todo lo demás ha cambiado. La diferencia más importante es un nuevo paquete de baterías de iones de litio de 40 kilovatios hora que ofrecen un mayor alcance. El Leaf 2018 también cuenta con más potencia, un estilo exterior diferente, asistencia de conducción ProPilot Assist de Nissan y una mayor gama de servicios conectados que su predecesor.
Como antes, el Leaf viene en tres niveles de acabado: S, SV y SL. El modelo base (S) comienza en $29,990, $690 menos que el modelo 2017, pero con un paquete de baterías más grande y un mayor equipamiento estándar.
La lista de este equipamiento incluye una pantalla de 7.0 pulgadas, Bluetooth, mensajes de texto con manos libres, radio satelital SiriusXM (la suscripción se vende por separado), asiento trasero dividido en 60/40, frenado de emergencia y faros automáticos, además del sistema de frenado «e-Pedal» de Nissan. La carga rápida de CC es un extra opcional en este modelo.
La actualización del modelo SV de rango medio ($34,300) agrega unas llantas de aleación de 17 pulgadas, faros antiniebla, volante forrado en cuero, pantalla táctil de 7.0 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto, servicios telemáticos NissanConnectEV y un puerto de carga rápida de CC.
Gran parte de la configuración de infotainment —incluida la distribución de los menús y gráficos de la pantalla central de 7.0 pulgadas— parece trasladarse “tal cual” desde la generación anterior del Leaf. Nissan incluso ha “retrocedido” un paso en la dirección analógica al agregar un velocímetro convencional junto con la pantalla digital en el grupo de instrumentos. Apple CarPlay y Android Auto están disponibles, pero no hay un punto de acceso WiFi, como en el del Chevy Bolt EV.
El Leaf 2018 también obtiene una serie de funciones conectadas bajo el letrero NissanConnectEV. Al igual que con el modelo 2017, una aplicación de teléfono inteligente permite a los propietarios controlar remotamente el estado de la batería, iniciar la carga, encender el control de clima y encontrar vehículo en medio de un estacionamiento repleto.
El interior del Nissan Leaf 2018 se siente como el de cualquier otro hatchback pequeño. Es un diseño muy básico, acabado en materiales también muy básicos, los cuales no parecen estar a la altura de un precio base de aproximadamente $30,000 dólares.
El Leaf 2018 envía 147 caballos de fuerza y 236 libras-pie de torque a sus ruedas delanteras. Es más potente que el modelo saliente (40 caballos y 49 lb-pie más), y también es más de lo que obtienes en un Hyundai Ioniq Electric o un Volkswagen e-Golf, pero no tanto como el Bolt EV. Ese poder extra definitivamente hace una diferencia en el camino, pero sentimos que aún hay margen de mejora. Obtienes el par de torsión instantáneo característico de los autos eléctricos, pero a partir de ahí, la potencia se consume de una manera muy gradual.
El nuevo Leaf no puede igualar el rango de 238 millas del Chevrolet Bolt EV, y tampoco es tan divertido al manejarse como el Chevy. Suponiendo que estés dispuesto a esperar, el Tesla Model 3 también ofrece más alcance. Pero el precio del Leaf comienza en unos $7,000 menos que el Bolt EV y $5,000 menos que el Model 3, y todavía ofrece más rango que la mayoría de otros autos eléctricos.
En definitiva, se trata de un automóvil para compradores que desean los beneficios de la energía eléctrica, pero que aún prefieran la apariencia de un automóvil más convencional.