Tanto los fabricantes como los proveedores de piezas y partes buscan permanentemente reinventar cada pulgada del automóvil. Prueba de ello es el desarrollo de una invención que capta la electricidad generada por los neumáticos a medida que el vehículo se desplaza, fruto de una alianza entre la firma japonesa Sumitomo y la Universidad de Kansai.
La firma explicó que gracias al Energy Harvester, un pequeño dispositivo de forma cuadrada montado en la cara interior de la banda de rodadura. El aparato aprovecha la electricidad estática que genera la carga por fricción, producida por la constante deformación de la goma.
Pese a las múltiples frenadas, aceleraciones, giros y trampas de velocidad que se experimentan en cada viaje, la cantidad de energía es marginal, por lo que no podría suministrar una pantalla táctil ni menos aumentar las millas de autonomía.
Pero no por eso la invención es irrelevante. En el corto plazo, se presume que bien podría alimentar al sistema de monitoreo de presión de inflado. Los investigadores creen que en el futuro permitiría que las llantas comuniquen más información a la unidad de control. Solo el tiempo dirá si las gomas puedan alertar al conductor sobre un problema de alineación o balanceo, así como respecto de algún inconveniente en la suspensión.
El Energy Harvester aún no está listo para su producción en serie, pero Sumitomo y el profesor a cargo del proyecto, Hiroshi Tani, confían en que será adoptado por la industria más temprano que tarde. Precisamente para cumplir con tal objetivo, la idea consiguió el respaldo de la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón.
Aparentemente ajenos a las grandes innovaciones tecnológicas, los neumáticos han sido objeto de varias innovaciones llamativas. Después de años de investigación, Michelin y General Motors unieron fuerzas para comenzar a probar neumáticos sin aire en vías públicas durante 2019. Si todo camina de acuerdo a lo planeado, el primer vehículo beneficiado con dicha tecnología llegará a las salas de exhibición en 2024.