La NASA también ha entrado en el campo de los taxis voladores y comenzó una prueba con un vehículo eléctrico de la compañía Joby Aviation.
Este taxi volador, también denominado eVTOL (siglas en inglés de vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical), está en fase de estudio hasta el 10 de septiembre; el objetivo es recopilar datos de rendimiento en general y de acústica, que podrían en el futuro ser utilizados en el diseño de sus propios vehículos espaciales.
Las pruebas del taxi volador que está llevando a cabo la NASA se enmarcan en un programa llamado Advanced Air Mobility (Movilidad Aérea Avanzada) que busca “promover la confianza del público y acelerar el avance del transporte aéreo urbano, suburbano, rural y regional”.
En estas pruebas, la agencia espacial quiere observar “cómo el vehículo se mueve, cómo suena y cómo se comunica con sus controles”, explican en el sitio web oficial.
Lo que la NASA busca es que de aquí a unos años los taxis voladores, tanto de Joby Aviation como de otras compañías, sean parte del transporte público y de carga en entornos domésticos. Para esto están planeadas una serie de pruebas con estos eVTOL y las subsiguientes se desarrollarán en escenarios más complejos que los actuales.
Joby Aviation es solo una de las compañías que trabajan en vehículos de despegue y aterrizaje vertical. Recientemente, Archer presentó su nuevo modelo llamado Maker, que es eléctrico y de cero emisiones tóxicas, mientras que empresas como Hyundai y Boeing también los tienen en sus planes.
En tanto, Klein Vision ha presentado modelos algo más excéntricos, como un verdadero auto volador que ya completó su primer vuelo de prueba entre dos ciudades.